El programa de salud que promete curar hasta el escepticismo con formularios

CIUDAD DE MÉXICO. — En un alarde de precisión quirúrgica (nunca mejor dicho), la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, anunció hoy que su batallón de enfermeras con superpoderes burocráticos ha logrado la hazaña de casi tocar 10 millones de timbres. “No es solo tocar puertas”, aclaró, “es una misión sacra: llevar formularios a domicilio como si fueran reliquias del Santo Grial de la Cuarta Transformación”.

Durante el ritual matutino en Palacio Nacional —donde los datos se multiplican como panes y peces—, Montiel reveló el verdadero objetivo del programa “Salud Casa por Casa”: “No contentos con reinventar la rueda, hemos creado la primera historia clínica que promete ser tan eterna como las promesas de campaña. ¡Especializada! ¡Como los vinos!”. El entusiasmo fue tal que hasta los termómetros aplaudieron.

Entre las innovaciones destacan:

• Uniformadas con trajes de superhéroes (gafete incluido), capaces de diagnosticar el desencanto social con solo mirar el recibo de la luz.
• Maletines que, según testigos, contienen desde estetoscopios hasta kits para resucitar la credibilidad gubernamental.
• Un cuestionario filosófico: “¿Quiere usted ser feliz? Marque SÍ o NO”.

“Nos reciben con flores… o con perros”, admitió la secretaria, mientras las cámaras enfocaban a una enfermera escapando de un chihuahua en Celaya. El dato más revelador: las 2,209,541 consultas registradas equivalen exactamente al número de veces que se ha repetido la palabra “prioritario” en discursos oficiales.

Al cierre, una reflexión: si Hipócrates levantará la cabeza, exigiría derechos de autor… o asilo político.