El gran circo de las guarderías transformadas que nadie pidió

TOLUCA. – En un alarde de creatividad burocrática sin precedentes, el gobierno mexiquense ha decidido que lo que realmente necesitan las madres trabajadoras no son salarios dignos o transporte seguro, sino Centros de Educación y Cuidado Infantil (CECIs), un eufemismo magistral para no decir “guarderías como las de siempre, pero con PowerPoint nuevo”.

La gobernadora Delfina Gómez Álvarez, en un arrebato de originalidad, declaró mediante un tuit cuidadosamente redactado por su equipo de comunicación que estos espacios -que milagrosamente aparecerán en “zonas estratégicas”- resolverán de un plumazo siglos de desigualdad de género. “¿Mujeres al mercado laboral? ¡Hagan juego, señores! Les regalamos cuatro paredes y un pizarrón”, parecen corear los funcionarios entre risas.

El IMSS, esa institución famosa por sus listas de espera interminables, ahora promete eficiencia constructiva. Zoé Robledo, su director, explicó con solemnidad: “Transformamos el modelo… porque cambiar el nombre a las cosas siempre funciona”. Los métodos acelerados de construcción -según fuentes no oficiales- incluyen maquetas en 3D para ceremonias de inauguración y cimientos de buenas intenciones.

Mientras tanto, en los municipios beneficiados, los alcaldes se frota las manos pensando en los contratos de obra pública. “¿Terrenos estratégicos? Claro que sí… estratégicamente cercanos a mis primos los desarrolladores inmobiliarios”, comentó un edil anónimo entre sorbos de café cargado.

Este Plan Integral (término que en el diccionario político significa “conjunto de promesas para la siguiente administración”) se presenta como solución mágica, ignorando convenientemente que el verdadero “cuidado infantil” comienza con políticas que no obliguen a las madres a trabajar tres turnos para llegar a fin de mes.

Queda la duda: ¿Serán los CECIs la gran revolución social o simplemente otro elefante blanco con cambiador de pañales incluido? El tiempo -y el próximo informe de auditoría- lo dirá.