Descubren red de narcolaboratorios y detienen operadores de cárteles en Sinaloa

¿Qué se esconde detrás de los recientes operativos en Sinaloa? Fuerzas federales desmantelaron una red criminal en una serie de acciones coordinadas que dejaron al descubierto no solo la violencia, sino también la infraestructura clandestina de los cárteles. Dos presuntos sicarios abatidos, diez detenidos —incluyendo operadores de Los Chapitos y Los Mayos—, arsenales incautados y tres narcolaboratorios desactivados revelan una operación más profunda de lo que las autoridades han admitido.

En Monte Verde y Alcoyonqui, municipio de Culiacán, la Marina y la SSPC enfrentaron un ataque armado. Los detenidos, Marco Antonio Redondo Sais y Juan Manuel Gómez López, ¿eran realmente operadores de Los Mayos o piezas menores en un esquema más amplio? Los dos agresores abatidos portaban equipo táctico y poncha llantas, señal de una preparación militarizada. ¿Quién los entrenó?

Mientras tanto, en la Colonia Bellavista, el Ejército capturó a cuatro hombres, uno de ellos menor de edad, vinculados a Los Chapitos. El arsenal decomisado —cuatro rifles, casi 500 cartuchos— sugiere una célula en expansión. ¿Por qué reclutan a adolescentes? Más inquietante aún: en el fraccionamiento Los Ángeles, la Guardia Nacional incautó chalecos antibalas y munición para una pequeña guerra. ¿Estaban preparando un ataque mayor?

La pieza clave: tres narcolaboratorios en El Tecomate y San Lorenzo, con 3,200 litros de precursores químicos y toneladas de sosa cáustica. ¿Quién provee estos insumos? Documentos incautados —aún no divulgados— podrían exponer la red de complicidades empresariales y políticas que sostiene esta industria. Las autoridades insisten en que golpearon al crimen, pero ¿cuánto durará este respiro?

Fuentes cercanas a la investigación revelan que los detenidos guardan silencio, pero sus teléfonos contenían coordenadas de más bodegas. ¿Es este el principio del fin o solo otro capítulo en la guerra interminable?