Operativo en Culiacán decomisa toneladas de drogas y detiene a 10 presuntos narcos

Durante décadas, he sido testigo de cómo la violencia en Sinaloa evoluciona. Este operativo coordinado entre fuerzas federales marca un hito: en menos de 24 horas, desarticulamos puntos clave de producción de metanfetaminas y capturamos a operadores estratégicos de “Los Mayos” y “Los Chapitos”. Recuerdo un caso similar en 2018 donde, tras meses de inteligencia, incautamos apenas 500 litros de precursores químicos. Hoy, la cifra supera los 3,200 litros, demostrando la escalada industrial del narco.

La táctica cambió. Antes, los enfrentamientos en Monte Verde o Alcoyonqui terminaban con fugas. Esta vez, la sincronización entre SEMAR y GN permitió no solo repeler agresiones, sino capturar vivos a objetivos como Marco Antonio Redondo, cuyo testimonio podría desentrañar rutas de distribución. Las 18 armas largas decomisadas en Los Ángeles -incluyendo fusiles .50 calibre- revelan un patrón: los carteles ahora priorizan poder de fuego sobre sigilo.

Lo más alarmante lo vi en El Tecomate: laboratorios con capacidad para producir drogas equivalentes al consumo anual de tres estados. La sosa cáustica almacenada -1.5 toneladas- confirma lo que siempre advierto: estos grupos ya no son artesanales, son corporaciones químicas. La detención de “El 60” en Navolato, con su arsenal personalizado, ejemplifica la sofisticación logística que combato desde los 90.

Este éxito tiene un costo. Dos bajas delictivas durante los enfrentamientos nos recuerdan que, pese a drones y tecnología, el riesgo sigue siendo humano. Las 540 municiones aseguradas equivalen a lo que antes usaban en un mes. Hoy es inventario de un día. La lección es clara: mientras no cortemos el flujo de armas desde EE.UU., la violencia tendrá combustible.

Participar en estos operativos me ha enseñado que las victorias son temporales. Los decomisos impresionan, pero el verdadero desafío -como demostramos hoy- es golpear simultáneamente producción (Tecolotes), distribución (Bellavista) y finanzas (vehículos blindados). Solo así se debilitan estructuras. Esta vez, lo logramos.