La Casa Blanca quiere vender tu historial médico al mejor postor

Mientras la bandera de las barras y estrellas flamea cual anuncio de rebaja en el Walmart de la democracia, la administración del magnate convertido en mandatario ha descubierto un nuevo filón: monetizar las angustias ajenas. Su última ocurrencia consiste en convencer a los ciudadanos de que regalen sus datos médicos más íntimos a gigantes tecnológicos, disfrazando el negocio como un “ecosistema de salud digital” (término que, traducido al castellano, significa: “lo que no te mata, te hace vulnerable a la publicidad segmentada”).

Este miércoles, en un acto que fusiona lo peor de un TEDx con una subasta de ganado, sesenta ejecutivos de empresas como Google y Amazon —célebres por su respeto escrupuloso hacia la privacidad— se reunirán en la Casa Blanca para frotarse las manos ante el Dorado de los diagnósticos. La Clínica Cleveland, por su parte, aportará el toque humanitario: después de todo, qué mejor que un hospital para enseñar a desangrar pacientes… económicamente.

Prometen “acceso fácil a los registros”, claro está. Lo que no mencionan es que dicho acceso tendrá la transparencia de un contrato de telefonía y el coste de una hipoteca. Bienvenidos a la medicina del futuro, donde tu colesterol será propiedad intelectual de Jeff Bezos y las recetas llegarán con cupones descuento para comprar pañales.