La licencia perpetua o cómo vender humo burocrático a mil 500 pesos

¡Alerta, ciudadanos! El fénix de los trámites inútiles resurge de sus cenizas

CIUDAD DE MÉXICO.- En un alarde de originalidad legislativa, el gobierno local resucitó la licencia de conducir permanente, ese mito urbano que desapareció en 2007 como lágrimas en lluvia. Ahora, los conductores de vehículos particulares (los de motos que sigan soñando) pueden adquirir este papelito mágico que, según fuentes no confirmadas, podría durar más que un político en el cargo.

El documento zombie, cancelado en 2008 cuando alguien en palacio se dio cuenta que “permanente” y “gobierno” son términos mutuamente excluyentes, regresa cual novela turca. La Secretaría de Movilidad, en un arranque de sinceridad, admite que “analizarán su permanencia”, lo que en cristiano significa: “si nos va bien en las encuestas, quizá lo extendemos”.

El ritual burocrático incluye:

• Sacrificar tres horas laborales a los dioses de la plataforma Llave CDMX (que nunca llave funciona a la primera).
• Ofrendar mil 500 pesos al becerro de oro de la administración pública.
• Presentar un certificado de no adeudos (a menos que seas gobierno, claro).
• Rezar para que el pago se refleje antes de que caduque tu licencia actual.

Nota del editor: La licencia “permanente” no incluye garantía contra cambios de administración, caprichos legislativos, o el apocalipsis zombie. Consulte a su contador si la inversión en papel sellado le genera más beneficios que pagar sobornos a tránsitos.