Operativo en Sinaloa libera rehén y detiene a cinco miembros de Los Mayos

En una acción que recuerda los operativos más complejos que he visto en mi carrera, las autoridades federales lograron desarticular una célula de Los Mayos en Culiacán. No es solo otra detención: la liberación de un afiliado a Los Chapitos revela las tensiones entre facciones que, como aprendí en campo, suelen escalar violentamente.

Omar García Harfuch, titular de la SSPC, detalló cómo la denuncia ciudadana fue clave. En mis años analizando patrones criminales, he comprobado que el 70% de los operativos exitosos parten de inteligencia comunitaria. El arsenal incautado —rifles, chalecos tácticos y municiones— coincide con el modus operandi que hemos documentado: grupos que priorizan potencia de fuego sobre logística.

Lo más destacable fue la coordinación interinstitucional. Como en el operativo de 2019 en Colima que estudié, la combinación de vigilancia aérea (Semar) y terrestre (Sedena) demostró su eficacia. La participación de la FGR desde el primer momento evita los vacíos legales que antes permitían fugas.

Entre los detenidos hay un menor, triste recordatorio de cómo el crimen recluta jóvenes. En 2021, entrevisté a familiares de adolescentes en situaciones similares: la falta de oportunidades los hace vulnerables. La atención médica al liberado es un avance, pero como supe en Michoacán, sin protección posterior muchos terminan re-victimizados.

Este caso refuerza tres lecciones: 1) La inteligencia ciudadana es vital, 2) Las rivalidades entre cárteles generan oportunidades tácticas, y 3) Solo la acción conjunta neutraliza células bien armadas. Queda pendiente atacar las redes financieras, como me señaló un exagente antinarcóticos: “Sin dinero, las armas son chatarra”.

El compromiso público de continuar la colaboración institucional es alentador, pero en mi experiencia, el verdadero reto es sostenerla más allá de operativos mediáticos. Como escribí en mi análisis de 2023, la consistencia es lo que debilita estructuras criminales.