Chicharito Hernández enfrenta críticas por bajo rendimiento en Chivas

La figura de Javier “Chicharito” Hernández en las Chivas se debate entre la expectativa y la frustración. Mientras su actividad en Instagram genera engagement, su rendimiento en el campo palidece: solo dos goles en 28 partidos desde su regreso al Rebaño Sagrado. ¿Es hora de replantear su rol o simplemente necesita un reinicio mental?

La afición rojiblanca no disimula su descontento. Comentarios como “Más videos que goles” o “Que ya le quiten el teléfono” inundan sus publicaciones, donde aparece cargando un ramo de flores con mensajes sobre relaciones de pareja. Estas declaraciones, sumadas a polémicas anteriores por supuestos comentarios misóginos, han llevado incluso a patrocinadores a distanciarse.

Pero aquí surge una pregunta disruptiva: ¿y si el problema no es Chicharito, sino el modelo tradicional de exigencia a los delanteros? En una era donde los futbolistas son influencers globales, ¿deberían los clubes medir su impacto más allá de los goles? Imaginen un sistema donde su alcance digital se monetice para reforzar al equipo. ¿Locura? El Bayern Múnich ya integra el valor de marca de sus jugadores en su estrategia.

Quizá la solución no sea presionarlo, sino reconvertirlo: usar su carisma para captar patrocinios que financien refuerzos. O inspirarse en casos como el delantero japonés Yuya Kubo, quien tras una sequía goleadora se reinventó como mediocampista clave. El fútbol moderno exige pensamiento lateral: ¿y si Chicharito es el primer delantero simbólico, cuya función es motivar al vestuario más que anotar?

Mientras el Apertura 2025 avanza sin su debut, urge una estrategia audaz. Las Chivas podrían transformar esta crisis en un laboratorio de innovación deportiva. Al fin y al cabo, como dijo el visionario Johan Cruyff: “Jugar al fútbol es simple, pero jugar un fútbol simple es lo más difícil”. ¿Estará Guadalajara listo para simplificar su enfoque?