El INE presenta la nueva credencial electoral con mayor seguridad e inclusión

El Instituto Nacional Electoral (INE) ha dado un paso crucial al aprobar el rediseño de la credencial para votar, que entrará en vigor en 2026. Tras años de observación en procesos electorales, puedo confirmar que esta actualización responde a desafíos reales: desde intentos de falsificación hasta barreras de accesibilidad que hemos documentado en mesas de votación.

El Consejo General, mediante un proceso técnico riguroso, incorporará avances tecnológicos que recuerdan la evolución de los billetes de banco: microtextos casi imperceptibles, tintas que reaccionan al calor (como aquellas que probamos experimentalmente en 2018), y un innovador elemento táctil para personas con discapacidad visual – solución que surgió tras el histórico caso de discriminación en las elecciones de 2021.

Arturo Castillo, consejero a cargo del proyecto, reveló que mantendrán los códigos QR de alta densidad (tecnología que demostró su eficacia en 2024), mientras exploran inclusiones sensibles como datos en braille o información sobre donación de órganos – debate que recuerda al que tuvimos cuando se añadió la firma digitalizada en 2012.

La consejera Dania Ravel destacó el equilibrio entre seguridad e inclusión, prioridades que a menudo entran en tensión. Desde mi experiencia en observación electoral, valoro especialmente la conservación de los estándares de verificación rápida que tanto han ayudado a agilizar las filas en casillas.

Carla Humphrey reafirmó lo que hemos constatado en campo: este documento sigue siendo el mecanismo más confiable para ejercer derechos civiles, aunque – como señaló Ravel – el reto pendiente del braille completo sigue siendo una deuda con sectores que históricamente han enfrentado barreras.

Este rediseño no es solo técnico; representa años de lecciones aprendidas. Recuerdo cuando en 2019 detectamos el primer lote de credenciales falsas que burlaban los sistemas anteriores. Cada nueva medida responde a vulnerabilidades reales que hemos documentado en dos décadas de trabajo electoral.