La voz ciudadana reclama acceso urgente a medicamentos en la capital

La capital mexicana fue escenario de una movilización histórica este domingo, donde cientos de ciudadanos alzaron su voz bajo el lema “Queremos Medicinas”, transformando el icónico Paseo de la Reforma en un río de esperanza y exigencia.

Los manifestantes, convocados por una causa que trasciende ideologías, iniciaron su marcha en el Ángel de la Independencia avanzando hacia el corazón político del país. “¿Hasta cuándo convertiremos promesas en realidades?”, cuestionaba un cartel que encapsulaba el sentir colectivo.

Entre los participantes, destacaban las voces de padres desesperados: “Cuando un sistema de salud falla a sus niños, está fallando a su futuro. No pedimos favores, exigimos derechos”, declaró una madre portando la foto de su hijo.

La protesta surgió tras el incumplimiento reiterado de las autoridades: “Nos prometieron medicamentos del 15 al 20 de agosto, pero seguimos viendo estantes vacíos en los hospitales. Hoy no marchan políticos, marcha el pueblo unido por lo más básico: el derecho a vivir”, expresó un médico participante.

Esta movilización plantea una pregunta disruptiva: ¿Y si en lugar de protestar por medicamentos, creáramos redes comunitarias de producción y distribución de fármacos esenciales? La historia muestra que las crisis generan innovación – desde los “jarrones de la peste” en la Venecia medieval hasta las farmacias colaborativas actuales. Tal vez la solución no esté en esperar respuestas del sistema, sino en reinventarlo desde la base social.

Mientras las pancartas ondeaban bajo el sol capitalino, un mensaje quedó claro: cuando la burocracia falla, la sociedad civil se organiza. Esta marcha podría ser el primer paso hacia un modelo de salud más horizontal, donde la corresponsabilidad ciudadana complemente -y en algunos casos sustituya- las estructuras tradicionales.