Rubén Rocha admite que la crisis de seguridad en Sinaloa aún no cesa

Tras casi un año del recrudecimiento del conflicto entre facciones del Cártel de Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya sostuvo que, aunque ciertos indicadores delictivos han mejorado, la entidad sigue enfrentando desafíos críticos. “La reducción en bloqueos o enfrentamientos es palpable, pero los homicidios y desapariciones nos recuerdan que esto es una maratón, no un sprint”, reflexionó durante el evento Altata Rush 2025, donde destacó la importancia de mantener operativos coordinados.

Desde mi experiencia en cobertura de seguridad, he visto cómo estos ciclos de violencia requieren estrategias multifacéticas. No basta con despliegues militares; hace falta inteligencia financiera y reconstrucción del tejido social. El secretario federal Omar García Harfuch confirmó el debilitamiento de “Los Chapitos” y “Los Mayos”, pero —como aprendí en terreno— la fragmentación de cárteles suele generar células más impredecibles. Los convoyes de camionetas blindadas ahora son esporádicos, pero la sofisticación en narcomenudeo y lavado de dinero persiste.

Los informes quincenales ordenados por la presidenta Sheinbaum reflejan un enfoque reactivo. Sin embargo, en localidades como Navolato —donde documenté historias de familias desplazadas— la desconfianza en autoridades sigue siendo una barrera. Los siete desaparecidos reportados en 48 horas y los tres homicidios recientes exponen una realidad: mientras no se ataquen las redes de protección política y económica de estos grupos, cualquier tregua será temporal.