Jimmy Kimmel huye hacia Italia ante el apocalipsis trumpista

En un movimiento que solo puede describirse como “huida estratégica ante el inminente colapso civilizatorio”, el comediante Jimmy Kimmel ha anunciado con orgullo patrio (italiano, por supuesto) que ahora es oficialmente ciudadano de la tierra de la pasta y el caos gubernamental crónico. ¿La razón? Estados Unidos, bajo el reinado del magnate rubicundo, se ha vuelto demasiado surrealista incluso para un hombre que hace chistes sobre celebridades borrachas.

El presentador, de 57 años y aparentemente cansado de vivir en una distopía orwelliana con toques de reality show, declaró con solemnidad: “Sí, obtuve la ciudadanía italiana. Lo que está pasando es tan malo como temías. No, espera, peor. Es como si Kafka y un meme de 4chan tuvieran un bebé y lo nombraran presidente”.

Kimmel no está solo en su éxodo burocrático. Según fuentes cercanas (léase: otros famosos con recursos para comprar pasaportes europeos), medio Hollywood está tramitando ancestros irlandeses, abuelos polacos o cualquier documento que los aleje del Titanic político estadounidense. “Es como el juego de la silla musical, pero con nacionalidades y menos dignidad”, añadió un insider mientras empacaba sus maletas con aire de superioridad moral.

Mientras tanto, en Italia, los funcionarios de inmigración se frottan las manos ante la llegada masiva de estadounidenses aterrorizados. “Finalmente alguien que aprecia nuestra burocracia ineficiente y gobiernos inestables”, comentó un empleado del consulado entre sorbos de espresso. La ironía, como siempre, es más sabrosa que un tiramisú.