Enfrentamiento entre comerciantes deja un muerto cerca del estadio Cuauhtémoc

PUEBLA, Pue. — La tensión entre grupos de vendedores ambulantes escaló a un desenlace fatal este viernes. En mis años cubriendo conflictos urbanos, he visto cómo las pugnas por espacios comerciales pueden degenerar rápidamente, pero pocas veces con esta crudeza. Una mujer perdió la vida y un hombre resultó herido por arma de fuego durante un violento altercado entre miembros de Antorcha Campesina y la organización 28 de Octubre, a escasos metros del estadio Cuauhtémoc.

Testigos relataron que la disputa —aparentemente por puestos de venta— comenzó con golpes y derivó en disparos. Recuerdo un caso similar en 2019, cuando la falta de regulación clara llevó a choques entre informales en el Centro Histórico. Aquí, pese al dispositivo de seguridad perimetral, los agresores huyeron en un vehículo, según reportes de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.

Lo paradójico: mientras la Fiscalía General del Estado inicia investigaciones, las autoridades insisten en que el partido Puebla vs. San Luis se jugará con normalidad. En mi experiencia, estos episodios revelan una problemática más profunda: la lucha por territorios económicos en zonas de alta afluencia, donde el control de espacios se disputa con violencia. Los patrullajes reforzados son un paliativo, pero sin políticas integrales para los comerciantes, la raíz del conflicto persiste.

La víctima mortal, cuya identidad no se ha revelado, era una de las tantas trabajadoras informales que sobreviven en este entorno. Una triste constante en Latinoamérica: la precariedad laboral como caldo de cultivo para tragedias evitables.