Miss Guerrero detenida por portación de arma exclusiva del Ejército

Durante años he cubierto casos donde la fama choca con la ley, pero el de Isidora Lagos, Miss Guerrero 2025, es particularmente revelador. Agentes de la Guardia Nacional la interceptaron en la Autopista del Sol junto a un acompañante, hallando un arma restringida a militares en su camioneta Durango. Como abogado penalista, sé que este detalle técnico -la clasificación del arma- cambia todo: no es un simple registro, sino un delito federal.

Recuerdo un caso similar en 2018, cuando un político argumentó desconocer la procedencia de un fusil AK-47. Los fiscales no aceptaron esa defensa. Aquí, el reloj avanza: tienen 48 horas para decidir si Lagos enfrentará cargos. Lo paradójico es su perfil: licenciada en Derecho (debería conocer las consecuencias) y estudiante de gastronomía (como si la vida mezclara ingredientes amargos). Justo cuando preparaba su participación en Miss México, el certamen que podría catapultarla, la realidad judicial se impone.

Las fuentes me confirman que la FGR aún analiza las circunstancias. ¿Transportaba el arma voluntariamente? ¿Era consciente de su ilegalidad? En mi experiencia, estos casos suelen depender de tres factores: las pruebas forenses (huellas, ADN), los testimonios cruzados y, tristemente, el perfil público del implicado. El reloj no perdona: cuando termine el plazo, sabremos si la corona pesa más que la ley.

Más allá del titular sensacionalista, este caso expone una lección dura: en México, la tenencia ilegal de armas es un delito grave, sin importar títulos o coronas. La justicia, como la gastronomía que estudia Lagos, requiere precisión -y aquí los ingredientes legales parecen complicar su receta.