Nacional
México se ahoga en su propio triángulo de drogas
México enfrenta una epidemia triple: drogas que ya no solo pasan, sino que envenenan, matan y corrompen desde dentro.

La ONU, en su último informe sobre estupefacientes, confirmó lo que los mexicanos sabemos desde hace años: nuestro territorio ya no es solo el patio trasero del narcotráfico, sino su cocina, su comedor y su cementerio. La metanfetamina, el fentanilo y la cocaína forman un siniestro tridente que pincha las entrañas del país mientras los cárteles brindan con champán de lágrimas.
La metanfetamina, esa “alternativa económica” al desarrollo industrial, ha convertido barrios enteros en distritos de Walter White tropicales. Ya no necesitan campos de amapola; ahora cualquier garage puede ser una fábrica de miseria. Los jóvenes, esos “emprendedores” de la autodestrucción, son los nuevos clientes estrella de un mercado que vende adicción a plazos: primero la euforia, luego la familia, después la dignidad.
El fentanilo, ese “toque gourmet” que los narcos añaden a las drogas como si fueran chefs estrellados, ha convertido las fiestas en ruleta rusa. ¿Éxtasis? No, señores, es la lotería de la muerte con premios incluidos: sobredosis gratis y funerales express. Los cárteles, siempre innovando, ahora ofrecen servicio completo: desde el precursor químico hasta la tumba, todo en un paquete económico.
Mientras tanto, la cocaína sigue siendo el “producto premium” del negocio. México, que nunca quiso ser potencia manufacturera, encontró su vocación como aeropuerto de la coca. Las rutas andinas son nuestro TLC narcótico: importamos violencia, exportamos cadáveres y el PIB criminal crece más que el real.
El gobierno, ese distraído crónico, sigue aplicando la estrategia del avestruz: cabeza en la tierra, trasero al aire. Sus políticas antidrogas parecen diseñadas por un narco con sentido del humor: persiguen al consumidor pobre, hacen reverencias al capo rico y dejan que el país se convierta en un gigantesco laboratorio al aire libre.
La solución, dicen los expertos, requiere atacar las finanzas del crimen. ¡Magnífico! Solo hay un pequeño problema: el dinero ya compró media clase política, la otra mitad está en subasta. Mientras tanto, el ciudadano de a pie puede elegir entre tres opciones: ser víctima, cómplice o cadáver.
POSTDATA irónica: Legalizar las drogas sería reconocer que perdimos la guerra. Pero sigamos fingiendo que la estamos ganando, eso sí, con más discursos, menos presupuesto y un ejército de funcionarios que combaten el narco… en sus sueños.

-
Internacionalhace 2 días
Escándalo en Río Bravo: esposa de regidor y cuatro texanos detenidos por fraude millonario en EE.UU.
-
Matamoroshace 1 día
Niños de padres estadounidense deben ser canalizamos a migración por #Crede
-
Matamoroshace 1 día
Retiran obstáculos colocados en la vía pública; llaman a solicitar espacios exclusivos de manera formal
-
Nacionalhace 10 horas
Detienen a hombre por vender milanesas hechas con papel higiénico en fiesta patronal
Debes iniciar sesión para publicar un comentario Iniciar Sesión