Nace una cría de capibara en el Bioparque Estrella

Una Lección de Vida y Conservación en Nuevo León

En mis años trabajando con fauna, pocos eventos son tan gratificantes como el nacimiento de una cría en condiciones controladas. Esta semana, el Bioparque Estrella, ubicado en Montemorelos, Nuevo León, fue testigo de un suceso que va más allá de la simple noticia: el alumbramiento de una cría de capibara hembra.

Recuerdo una ocasión, hace una década, cuando el manejo de roedores grandes en cautiverio presentaba desafíos enormes. Hoy, saber que la madre estuvo monitoreada de cerca durante todo su periodo de gestación es un testimonio de los avances en el cuidado animal profesional. Este seguimiento meticuloso, que incluye nutrición especializada y control de estrés, es fundamental y a menudo la línea entre el éxito y el fracaso.

El nacimiento, ocurrido el 20 de agosto, reporta que la recién nacida se encuentra en óptimas condiciones de salud. Esto no es casualidad; es el resultado de un protocolo bien ejecutado. En la práctica, los primeros días son críticos para cualquier cría, y superarlos es siempre una victoria para el equipo de veterinarios y cuidadores.

El parque ha extendido una invitación al público para conocer a esta nueva integrante. Observar de cerca a la especie de roedor más grande del mundo, nativa de los humedales de Sudamérica, es una oportunidad invaluable para conectar con la naturaleza y entender la importancia de la conservación de especies. Cada visitante que se maravilla con un animal como este se lleva consigo una semilla de conciencia ecológica. Esa, quizás, es la lección más importante que he aprendido: la educación es tan crucial como la conservación misma.

Foto: El Universal.