Nacional
La justicia se quema mientras el poder pide calma
La muerte de un joven en custodia desata la furia ciudadana, mientras las autoridades despliegan su eterno manual de promesas vacías.

TZUCACAB, Yucatán — En un sublime acto de pirotecnia cívica, los exasperados habitantes de este rincón olvidado del sur de Yucatán decidieron iluminar la noche con el resplandor de su desesperación. El fallecimiento de un joven en la cárcel local, ese templo de rehabilitación y buenas costumbres, fue el comburente perfecto para prender fuego al sagrado Palacio Municipal en la medianoche del viernes.
Tras los disturbios, esa expresión espontánea de arte performático comunitario, la siempre diligente Fiscalía General del Estado (FGE) anunció con solemnidad que ya investiga el caso. Su máximo pontífice, el fiscal Juan Manuel León León, proclamó a los cuatro vientos que se han presentado dos denuncias: una por el insignificante deceso de un ciudadano en prisión y otra, la verdaderamente importante, por los daños ocasionados al edificio municipal. Porque, al fin y al cabo, el mármol y el cemento tienen prioridad sobre la carne y la sangre en esta gran comedia burocrática.
Con la precisión de un reloj suizo, la necropsia arrojó como causa de muerte una “asfixia mecánica por suspensión”. Una conclusión tan previsible como reconfortante para el sistema, que rápidamente puede archivar el asunto en el cajón de los “suicidios inconvenientes”. No obstante, el fiscal, en un alarde de celo investigativo, subrayó que la indagatoria continúa abierta. Seguramente hasta que el calor del escándalo se apague y todo vuelva a la habitual normalidad.
Mientras tanto, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), ese decorativo órgano de adorno institucional, expresó su preocupación y lamentó los actos de violencia. Con la templanza que les caracteriza, pidió confiar en que las autoridades competentes realizarán las investigaciones pertinentes. Porque, ¿qué mejor que confiar en los mismos organismos que presuntamente permiten que un joven muera bajo su custodia?
Para coronar esta tragicomia, el Ayuntamiento local, liderado por el invisible Erick Fernando Kú Caamal, mantiene un elocuente silencio. Mientras las llamas consumían símbolos de poder, el primer edem se sumía en un profundo mutismo estratégico. Quizás esperando que el humo de la revuelta tape su ausencia o que la ciudadanía, cansada de gritar, vuelva a resignarse.
Hoy, el Palacio Municipal se encuentra bajo un fuerte dispositivo de seguridad. Porque al Estado mayúsculo le sobra presupuesto para custodiar piedras, pero le falta para custodiar vidas. La justicia, como el edificio, huele a humo y promesas incumplidas.

-
Nacionalhace 2 días
Se aproxima Frente Frío a México; lluvias y granizadas azotarán varios estados
-
Internacionalhace 2 días
Macabro fraude, pareja decide aprovecharse del fallecimiento de su amigo para cobrar su pensión
-
Policíacahace 2 días
Detienen a joven tras incidente vial en boulevard Manuel Cavazos Lerma
-
Internacionalhace 1 día
Rechaza propuesta de matrimonio y es golpeada: video desata indignación en redes
Debes iniciar sesión para publicar un comentario Iniciar Sesión