Conéctate con nosotros

Nacional

La eficiencia burocrática ante el atropello literal y figurativo

La máquina burocrática se pone en marcha con eficiencia quirúrgica para atender las consecuencias, no las causas, del conflicto.

Avatar

Publicado

en

La Máquina de la Razón de Estado se Pone en Marcha

En un despliegue de eficacia que dejaría sin aliento a cualquier relojero suizo, los engranajes de la maquinaria institucional de la Universidad Autónoma del Estado de México se accionaron con precisión milimétrica este miércoles. El detonante: un asambleísta que tuvo un encontronazo algo más directo de lo habitual con la realidad contundente, en forma de paragolpes, durante una manifestación estudiantil.

Como si de un ballet burocrático se tratara, los protocolos se ejecutaron en una coreografía impecable. Primero, la ambulancia sacrificial de Protección Civil Universitaria acudió rauda no a cuestionar el porqué de la protesta, sino a recoger las consecuencias. Su misión: aplicar apósitos legales y analgésicos administrativos al herido, para luego trasladarlo al sanctasanctórum del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde las verdades incómodas se diluyen en papeleo y listas de espera.

Mientras tanto, los sacerdotes de la juridicidad, provenientes de la Consejería Jurídica, no perdieron un segundo. Su sagrado deber: guiar a los peregrinos asambleístas por el viacrucis de la denuncia formal hacia el Gólgota de la Fiscalía General de Justicia estatal, donde los casos van a morir crucificados en el limbo de los expedientes eternos.

El acto final de esta farsa sublime lo protagonizó la consejera Evangelina Sales Sánchez, cuyo nombre parece extraído de un manual de ventas de absoluciones. Su misión: establecer una mesa jurídica de diálogo. No una mesa para solucionar, ¡Dios nos libre!, sino una mesa para gestionar el descontento, para domeñar la protesta convirtiéndola en actas, minutas y puntos de acuerdo que nadie leerá. Porque en el gran teatro del absurdo, lo importante no es resolver el problema, sino institucionalizar la queja hasta volverla inofensiva.

Todo está bajo control. La protesta fue atendida, el herido fue curado, la denuncia fue presentada y el diálogo fue mesado. El sistema ha demostrado que puede absorber cualquier golpe, por literal que sea, y convertirlo en otro trámite pendiente. ¡Alabada sea la eficiencia!

Anuncio

Ultimas Publicadas

Anuncio

Lo mas visto del día