Jessie J sacrifica gira en EU por su batalla contra el cáncer

En un giro tragicómico que refleja a la perfección nuestra era, la cantante británica Jessie J ha decidido posponer su próxima gira por Estados Unidos. La razón no es un capricho diva ni una baja en la taquilla, sino un asunto mundano y terriblemente humano: una segunda intervención quirúrgica en su batalla contra el carcinoma mamario.

La intérprete del éxito “Price Tag”, quien a sus 37 primaveras recibió el diagnóstico de un tumor en fase inicial, parece haber aprendido la lección más valiosa: que la salud no tiene precio. Mientras el implacable engranaje de la industria del entretenimiento exige espectáculo constante, ella ha tenido la audacia de parar la máquina.

Según el oráculo moderno de TMZ, la agenda de la artista incluía una serie de recitales por Europa y el Reino Unido en octubre, con una extensión en territorio estadounidense para noviembre. Sin embargo, en un acto de transparencia radical para una celebridad, utilizó el púlpito de Instagram para anunciar la suspensión. Las fechas europeas se reubicaron en el lejano abril de 2026, un futuro incierto que suena a ciencia ficción. Los conciertos en Estados Unidos, en un movimiento aún más drástico, fueron directamente abolidos del calendario, como si un déspota ilustrado hubiera decretado que la música puede esperar, pero el bienestar no.

He aquí la parodia suprema: en un mundo obsesionado con la productividad y la presencia perpetua, una mujer se atreve a decir “no”. Prioriza su organismo sobre su obra, su tratamiento sobre su tour, en una inversión de roles que deja al descubierto la absurda premisa de que el show siempre debe continuar, incluso si sus protagonistas se desvanecen entre bastidores.