Serbia vive una ola de protestas estudiantiles contra el gobierno de Vucic

BELGRADO, Serbia

Decenas de miles de ciudadanos se movilizaron nuevamente en Serbia este lunes, en una masiva manifestación antigubernamental, mientras fuerzas de seguridad custodiaban las oficinas del presidente Aleksandar Vucic, quien ha intensificado su retórica contra los disidentes.

La protesta, impulsada por una nueva generación de estudiantes de secundaria y universitarios, conmemora los 10 meses de la tragedia en la estación de tren de Novi Sad, donde el colapso de una estructura dejó 16 fallecidos. Este suceso, atribuido a la corrupción sistémica y la negligencia, detonó una ola de indignación ciudadana que perdura.

Las movilizaciones se replicaron en Belgrado y otras urbes serbias. En Novi Sad, según reportes de medios digitales, unidades policiales cargaron contra manifestantes pacíficos, resultando en heridas leves para varios participantes.

Un operativo sin precedentes, compuesto por antidisturbios y paramilitares, blindó el parque central de la capital frente a la sede presidencial. Estos grupos han actuado como barrera humana durante meses, en una estrategia de contención frente al descontento popular.

El movimiento exige elecciones anticipadas, investigaciones transparentes y procesos penales para los responsables de la tragedia de Novi Sad, junto con la garantía de libertad de prensa, un derecho que el gobierno de Vucic busca restringir.

“Esta lucha no terminará pronto”, declaró la estudiante Anabela Arsenovic. “Nos esperan meses de movilización, pero confiamos en que se concrete el llamado a elecciones”.

La represión académica se ha intensificado: más de un centenar de educadores han sido destituidos por apoyar las demandas estudiantiles, siendo reemplazados por funcionarios alineados con el régimen.

La protesta masiva se desarrolló mientras Vucic —quien promueve la integración de Serbia en la Unión Europea— viajaba a China para una cumbre con líderes globales, incluidos los mandatarios de Rusia, Corea del Norte, Bielorrusia e Irán.

Vucic ha criticado abiertamente la cobertura de los medios independientes sobre las protestas, acusando a los manifestantes de terrorismo y de buscar su destitución.

En un reflejo de la profunda polarización en los Balcanes, miles de simpatizantes del mandatario marcharon el domingo en diversas ciudades serbias, evidenciando la fractura social que divide al país.