El ascenso futbolístico regresa con más trámites que goles

En un giro que nadie vio venir—o más bien, todos esperaban desde hace medio decenio—, el fútbol mexicano ha decidido que quizá, tal vez, bajo ciertas condiciones muy específicas y tras una serie de requisitos burocráticos dignos de una epopeya kafkiana, los clubes de la llamada «liga de plata» podrían aspirar a ascender. Eso sí, no inmediatamente, sino en un futuro lejano e incierto: la temporada 2026-2027, fecha que suena más a profecía apocalíptica que a planeación deportiva.

El Tribunal Arbitral del Deporte, esa entidad etérea donde los destinos del balompié se deciden entre folios y legajos, ha dictaminado con solemnidad que el ascenso debe regresar… pero con la urgencia de una tortuga bajo sedantes. Seis clubes, hambrientos de justicia futbolística, recibieron un «sí, pero no todavía» como respuesta. Una victoria pírrica celebrada con la misma pasión con la que se recibe una factura de impuestos.

Y así, tras cinco años de sequía promocional—un lapso en el que hasta el concepto de «meritocracia» fue dado de baja por razones de «certificación»—, el sistema de ascenso-desenso regresa como un fantrama que regresa de entre los muertos… pero con muletas y un manual de 800 páginas.

En este cirso institucional, solo un equipo logró escapar a tiempo: el Atlético de San Luis, que ascendió justo antes de que la puerta se cerrara con llave, candado y notario público. Lo hizo mediante un bicampeonato en una liga hoy extinta—el Ascenso MX—, demostrando que en el fútbol mexicano a veces se premia el rendimiento… hasta que se decide lo contrario.

Hoy, los clubes de la Liga de Expansión no luchan solo contra rivales en el campo, sino contra un laberinto de requisitos, certificaciones y plazos que hacen que subir de categoría parezca menos una hazaña deportiva y más un trámite ante la Secretaría de Hacienda. El sueño de llegar a la Liga MX sigue vivo… aunque sea a cuentagotas, con permiso por escrito y solo en temporadas impares.

Bienvenidos de nuevo al ascenso. O algo así.