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Nacional

La coreografía patriótica de Sheinbaum ante Marco Rubio

Un diálogo diplomático que revela la eterna paradoja de la fuerza laboral migrante y la retórica patriótica.

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El Gran Teatro de la Soberanía Condicional

En un acto de pantomima diplomática que hubiera dejado pálido al mismísimo Jonathan Swift, la Suma Sacerdotisa del Patriotismo, Claudia Sheinbaum, desplegó ante el emisario imperial Marco Rubio el manual de la soberanía a conveniencia. Con la solemnidad de quien descifra un papiro sagrado, la mandataria reveló el principio inviolable de la nación: pedir permiso para ser reconocidos.

“Trátennos con respeto, pero sobre todo, reconozcan a nuestros siervos“, pareció ser la letra pequeña del acuerdo tácito, en una coreografía donde la grandeza de la patria se mide por la gratitud que el vecino del norte debe a la mano de obra que edifica su imperio. Sheinbaum, en un arranque de realismo mágico burocrático, agradeció al enviado estadounidense por… no tratarlos como colonia. ¡Vaya magnanimidad!

La premier no pidió derechos, ni protección legal, ni el fin de las redadas. No. Su súplica fue más profunda, más trascendental: un “thank you note” colectivo para los braceros, los jardineros, las cocineras, los que sudan la gota gorda por un sueño que siempre les pertenecerá a otros. “Reconozca que somos buenos para su economía”, rogó, como si la dignidad de un pueblo fuera un producto de exportación con etiqueta de “Hecho en México” esperando una reseña de cinco estrellas.

Y entonces, llegó el momento cumbre del espectáculo: la invocación al amor a la patria, ese sentimiento que se enciende como foco de serenata justo en el mes de septiembre. Entre vítores y banderas, la jefa del ejecutivo proclamó la independencia de una nación cuyo acto más soberano es… mendigar reconocimiento. ¡Viva México! ¡Viva esa independencia que se celebra pidiendo validación! ¡Viva la paradoja!

Swift, en su tumba, sonríe. Orwell, en la suya, toma notas. La nueva sátira no necesita ser escrita: se decreta desde un podium, entre aplausos.

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