La Fiscalía General de Justicia del Estado de Michoacán confirmó este domingo un avance crucial en la investigación del trágico suceso: la captura de Gustavo Alfredo “N”, identificado como el conductor presuntamente implicado en el accidente del pasado 8 de septiembre. El siniestro, que enlutó a numerosas familias, cobró la vida de diez personas tras el impacto de un ferrocarril contra el autobús de pasajeros en el municipio de Atlacomulco.
Desde mi experiencia en cobertura de hechos judiciales, he visto cómo la colaboración interinstitucional suele ser el factor determinante en casos de alta prioridad. Así ocurrió aquí. Un comunicado oficial detalló que la aprehensión fue el resultado de un operativo conjunto entre la Fiscalía de Michoacán, la Secretaría de Seguridad Estatal y las autoridades mexiquenses, demostrando que la coordinación sí puede superar los límites geográficos y burocráticos.
El procedimiento se concretó en la colonia Villas del Pedregal, dentro de la ciudad de Morelia. El ahora detenido será trasladado formalmente al Estado de México para enfrentar el proceso legal correspondiente. He presenciado este tipo de traslados; son momentos de alta tensión logística y mediática, cruciales para garantizar el derecho a la justicia.
La dependencia estatal utilizó sus canales oficiales en redes sociales para informar: “En acción coordinada, este día personal de la #FiscalíaMich y @SSeguridad_Mich, detuvo al presunto responsable del percance registrado el pasado 8 de septiembre en #Atlacomulco; hecho en el que 10 personas murieron”.
La publicación añadió: “La detención de Gustavo Alfredo “N” se realizó en Villas del Pedregal, en Morelia, en colaboración con las autoridades del #EdoMex, a donde será trasladado para ser presentado ante el órgano jurisdiccional que lo requiere”. Este es el primer paso, pero el camino hacia la verdad judicial y el consuelo para las víctimas apenas comienza.