Anuncios

La épica kafkiana de los Guardianes en extra innings

El Gran Teatro del Absurdo Beisbolero

En un espectáculo que hubiera dejado pálido al mismo Franz Kafka, los Guardianes de Cleveland protagonizaron una epopeya administrativa de diez actos contra los Tigres de Detroit, demostrando que la verdadera hazaña no es conectar un hit, sino llenar correctamente los formularios en cuadruplicado que exige el Reglamento Oficial de Entradas Extras.

Los héroes de esta pesadilla burocrática, Steven Kwan y Kyle Manzardo, junto a los empleados dominicanos Ángel Martínez y José Ramírez, se combinaron para presentar cuatro solicitudes de hits extra base en entradas extras por primera vez en 64 años, cumpliendo escrupulosamente con los plazos establecidos por el manual de 1959.

El emergente Kerry Carpenter casi frustra el trámite con un memorándum de objeción (conocido vulgarmente como “jonrón”) de dos outs en la novena instancia procesal contra Cade Smith (7-5), quien demostró una eficiencia encomiable al desperdiciar un salvamento por sexta vez en 21 oportunidades, manteniendo así la cuota de incompetencia que exige el sindicato de relevistas.

Cleveland celebra ahora su quinta racha ganadora de cinco juegos en la campaña, igualando su mejor marca de productividad, y mejoró a 11-6 en entradas extra, acumulando así más horas extra que un empleado público en vísperas de elecciones.

Los primeros cuatro funcionarios del bateo en la décima instancia completaron exitosamente sus formularios de hits extra base contra Will Vest (6-4). Kwan presentó un doble, Martínez un triple, y José Ramírez y Kyle Manzardo un doble cada uno, demostrando así su dominio de la burocracia beisbolera. Gabriel Arias añadió un sencillo impulsor con sello notarial para una ventaja de 7-3.

Mientras tanto, en el bando perdedor, los empleados internacionales cumplieron cabalmente con su deber de no alterar el statu quo: el dominicano Wenceel Pérez completó 5-0 en su informe de productividad, el venezolano Gleyber Torres archivó 5-1 con dos anotadas y una empujada, y el cubano Andy Ibáñez y el puertorriqueño Javier Báez mantuvieron impecables registros de 2-0 y 3-0 respectivamente, asegurando así que la maquinaria de la derrota continuara funcionando sin contratiempos.

Así concluyó otra jornada en el Gran Teatro del Absurdo Beisbolero, donde hombres adultos corren en círculos persiguiendo una pelota mientras pretendemos que estos rituales tienen algún significado profundo en nuestras vidas.

ANUNCIATE CON NOSOTROS

Scroll al inicio