Con profunda desesperación y en un acto de unidad, vecinos de la colonia Hacienda Las Fuentes 3 bloquearon la carretera Reynosa–Monterrey para exigir a las autoridades que se intensifique la búsqueda de Ana Luisa Rodríguez Escobar, una adolescente de 15 años que desapareció la noche del miércoles.
Según el relato de sus padres, Ana Luisa salió de su casa alrededor de las 19:35 horas para ir a una tienda ubicada a tan solo cinco viviendas de distancia, actividad que realizaba con frecuencia por la cercanía del negocio. Sin embargo, nunca regresó. Pasaron los minutos y la familia, alarmada, inició una búsqueda entre vecinos, quienes aseguraron no haber visto nada inusual.
La preocupación creció rápidamente. Los padres, acompañados de familiares y residentes de la colonia, recorrieron calles y hogares con la esperanza de encontrar alguna pista. No hubo éxito. Ante la falta de resultados, la comunidad decidió organizarse y pedir ayuda a través de redes sociales, donde se convocó a más ciudadanos a sumarse a la búsqueda y se notificó de inmediato a las autoridades.
La familia asegura que hasta el momento no existen indicios claros sobre cómo ocurrió la desaparición. La única certeza es el vacío que dejó Ana Luisa en su hogar esa noche. Con el paso de las horas y sin respuestas concretas, vecinos y seres queridos decidieron tomar medidas más visibles: cerrar la carretera Reynosa–Monterrey como forma de presión para que las autoridades actúen con mayor prontitud.
Al lugar acudió la Guardia Estatal, sin embargo, los familiares de la menor insisten en que se requieren más recursos, personal y coordinación institucional para encontrarla. La exigencia es clara: justicia y apoyo efectivo para dar con el paradero de Ana Luisa.
Paralelamente, se activó una Alerta Amber, en la que se precisa que la joven vestía una playera azul y pants rojo al momento de desaparecer. Mientras tanto, la familia, devastada pero firme, asegura que mantendrá las protestas hasta que la búsqueda sea prioritaria y se logre su localización.
La desaparición de Ana Luisa no solo ha golpeado a su familia, sino que ha unido a una comunidad entera que se niega a dejarla en el olvido. Entre oraciones, mensajes de aliento y gritos de justicia, vecinos y ciudadanos hacen un llamado a las autoridades para que ninguna familia vuelva a sufrir la angustia de esperar noticias de un ser querido ausente.
AGENCIAS