En una intervención coordinada de inteligencia y fuerzas tácticas, agentes federales y estatales neutralizaron a tres presuntos operadores de una célula del Cártel de Sinaloa en Ciudad Constitución, Baja California Sur. Entre los arrestados se encuentra Fabian “N”, alias “El Tata”, señalado como el cabecilla de la facción de “Los Mayos” en la entidad.
La detención se ejecutó tras una alerta ciudadana reportada al número de emergencia 911, que informó sobre detonaciones de arma de fuego. Al movilizarse al punto, las corporaciones lograron localizar y reducir a los sospechosos.
El operativo resultó en el aseguramiento de un arsenal: 9 armas de fuego de alto poder (calibres 7.62 y 5.56 milímetros), 14 cargadores calibre 7.62 y 34 cargadores calibre 5.56 milímetros.
Además, se incautaron sustancias ilícitas: 87 dosis y 500 gramos de marihuana, 1,100 dosis de crystal y aproximadamente 700 gramos de cocaína. El botín incluyó 11 chalecos tácticos, 56 ponchallantas, un radio de comunicación y 3 protectores de manos.
Tras allanar un inmueble, se aseguraron tres vehículos: una pickup Toyota Tacoma, una camioneta Hyundai Tucson y una Ford Expedition. Todos los bienes fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) para integrar la investigación ministerial.
Las autoridades vinculan a estos tres detenidos con hechos de alto impacto registrados en los municipios de Loreto y Comondú, donde la violencia se ha recrudecido.
Baja California Sur es actualmente un campo de batalla no declarado, con confrontaciones entre facciones del Cártel de Sinaloa desde abril. Esta pugna ha escalado hasta incluir homicidios, balaceras y agresiones directas contra mandos de seguridad e investigación.
Como contramedida, un despliegue de casi 300 efectivos militares y de seguridad pública opera en los municipios del norte de BCS para contener la violencia. Esta estrategia ha rendido frutos con múltiples operativos conjuntos, decomisos y detenciones.
En una jugada estratégica, el gobernador del estado, Víctor Castro Cosío, anunció la solicitud formal de una célula de inteligencia federal especializada. El objetivo es claro: blindar la operación y garantizar que BCS se consolide como un estado seguro, reduciendo drásticamente los hechos de alto impacto.