El estado de Yucatán ha reportado 67 nuevos casos de infestación por gusano barrenador, lo que eleva el total a 548 expedientes registrados desde el inicio de la contingencia sanitaria. Entre los casos confirmados se incluyen tres infecciones en personas que ya han recibido la atención médica correspondiente. La Secretaría de Desarrollo Rural (Sader) mantiene un operativo activo para contener la diseminación de esta plaga, ofreciendo servicio y tratamiento gratuito para el ganado afectado.
Los animales infectados, detectados en 29 municipios distintos, han presentado lesiones características en zonas como el ombligo, la región cervical, la vulva y las orejas. El análisis técnico indica que estas heridas, que sirven de puerta de entrada para la parasitosis, son ocasionadas principalmente por agresiones entre los mismos animales, contacto con cercas de alambre de púas o mordeduras de murciélagos hematófagos. La identificación temprana de estas lesiones es crucial para una intervención eficaz.
La distribución geográfica de los casos muestra una concentración significativa en varios municipios. Mérida encabeza la lista con siete expedientes, seguida de Tizimín con seis. Oxkutzcab, Baca y Tunkás reportan cinco casos cada uno, mientras que Halachó y Temozón registran cuatro. Otras localidades como Cacalchén, Izamal y San Felipe han notificado tres infecciones, y Motul, Maxcanú y Cenotillo, dos. Un número adicional de municipios, incluyendo Ixil, Conkal, Tekit, Yaxkukul, Chacsinkín, Mocochá, Kantunil, Kinchil, Valladolid, Sucilá, Tekax, Teabo, Panabá, Espita, Dzitás y Chichimilá, han presentado un caso cada uno, evidenciando una dispersión considerable del brote.
La plaga no discrimina entre especies, habiéndose confirmado afectaciones en bovinos, porcinos, caninos y equinos. El rango de edad de los animales infectados es amplio, desde individuos de apenas dos días de nacidos hasta otros de doce años, lo que subraya la vulnerabilidad general del ganado y las mascotas ante este parásito. La Sader ha realizado un enérgico llamado a los productores pecuarios para incrementar la vigilancia sobre sus animales y aplicar medidas preventivas que minimicen el riesgo de contraer la infestación. Para facilitar la denuncia y la solicitud de apoyo, la dependencia ha puesto a disposición el número telefónico 800 751 21 00.
El gusano barrenador es el resultado de la infestación por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax. Este díptero posee la particularidad biológica de depositar sus huevos exclusivamente en el tejido vivo de mamíferos, aprovechando cualquier herida superficial, por mínima que sea. El ciclo de infestación es alarmantemente rápido: entre 12 y 24 horas después de la puesta, las larvas emergen y comienzan a alimentarse del tejido circundante. Este proceso destructivo puede extenderse entre cuatro y ocho días, causando un daño tisular severo, que compromete el bienestar del animal, puede generar infecciones secundarias y, en casos graves, conducir a la muerte.
Es fundamental distinguir entre las especies de mosca causantes de esta miasis, una enfermedad parasitaria. La mosca del nuevo mundo (Cochliomyia hominivorax) es la responsable del brote actual en América, mientras que la mosca del viejo mundo (Chrysomya bezziana) afecta a otras regiones del planeta. Ambas comparten un modus operandi similar, pero su control y erradicación requieren de estrategias específicas y bien coordinadas. La situación en Yucatán representa un desafío sanitario de primer orden, no solo por el impacto directo en la productividad ganadera y la economía local, sino también por el riesgo, aunque menor, de transmisión a humanos, como ya lo demuestran los tres casos reportados. La respuesta coordinada de las autoridades sanitarias y la colaboración de los productores son elementos indispensables para lograr el control efectivo de este brote.