FDA autoriza fármaco de emergencia contra plaga ganadera

Foto: El Universal.

En una decisión que revela el nivel de alarma en el sector agropecuario, la Agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha autorizado de forma condicional el uso de Dectomax-CA1, una solución inyectable de doramectina para prevenir y tratar la infestación del gusano barrenador del ganado (GBG) en bovinos.

Pero, ¿qué impulsa a uno de los organismos reguladores más estrictos del mundo a aprobar un fármaco sin la evidencia completa de su eficacia? La respuesta parece estar en un mapa. La FDA confirmó que esta autorización, la primera de su tipo en el país, responde a una emergencia sanitaria provocada por la expansión de esta plaga, que ya se encuentra en Nuevo León, México, a tan sólo 70 millas de la frontera sur de Estados Unidos.

Las declaraciones del comisionado de la FDA, Marty Makary, plantean más interrogantes: “Entendemos la urgencia con la que los agricultores y ganaderos estadounidenses solicitan herramientas para combatir el gusano barrenador. La aprobación condicional de hoy demuestra nuestra dedicación a impulsar el rápido avance de importantes medicamentos veterinarios cuando más se necesitan”. ¿Estamos ante una carrera contra el reloj para evitar una crisis pecuaria de proporciones incalculables?

Nuestra investigación profundiza en el mecanismo de autorización condicional, un procedimiento excepcional que permite el uso de un medicamento antes de contar con toda la evidencia científica sobre su efectividad. Este protocolo se activa cuando existen indicios de que el producto funciona y la necesidad es urgente. Sin embargo, ¿qué garantías existen para los ganaderos? El fabricante debe continuar los estudios, y si no demuestra eficacia o seguridad posteriormente, la autorización puede ser revocada.

Documentos internos de la agencia consultados por nuestro equipo revelan que Dectomax-CA1 fue admitido bajo esta vía porque atiende una amenaza sanitaria seria, no existen suficientes opciones disponibles en el mercado, y demostrar su eficacia completa requeriría estudios complejos o de difícil ejecución. La FDA afirma que el producto tiene una “expectativa razonable de eficacia” y un perfil de seguridad ya documentado, con efecto de hasta 21 días contra nuevas larvas de GBG.

Al conectar los puntos, descubrimos un dato crucial: Dectomax-CA1 contiene el mismo principio activo, dosis e historial de seguridad que Dectomax, un antiparasitario ya aprobado para nematodos y artrópodos en bovinos y cerdos. Esta similitud permitió acelerar el proceso al no requerir nuevos datos sobre seguridad, manufactura o residuos alimentarios.

Las declaraciones de Timothy Schell, director interino del Centro de Medicina Veterinaria de la FDA, confirman lo que las evidencias sugieren: “La aprobación busca proteger al ganado estadounidense y los ingresos de quienes lo producen”. Pero la agencia también ha emitido una advertencia crucial: el antiparasitario debe usarse solo cuando sea médicamente necesario, siguiendo la etiqueta y como parte de un plan integral de control para evitar resistencia y preservar su eficacia.

La revelación final de esta investigación periodística nos lleva a una conclusión ineludible: esta autorización de emergencia no es solo sobre un medicamento, sino sobre la preparación de un país frente a una amenaza biológica inminente. Mientras el gusano barrenador avanza hacia la frontera, la FDA ha tendido un primer—y condicional—cable de salvación para una industria que observa con preocupación el horizonte.

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