El Hallazgo Inicial: Un Aveo Abandonado y una Pista Crucial
¿Qué conduce a un vehículo, reportado como robado, a ser abandonado en el sector habitacional de la Conquista, al norte de Culiacán? Esta fue la primera pregunta que se plantearon los elementos de la Policía Estatal Preventiva durante sus recorridos de vigilancia. El Chevrolet Aveo, carente de placas de circulación y en aparente estado de abandono, escondía en su interior más que una simple placa con reporte de robo. Una revisión minuciosa reveló el primer eslabón de una cadena más larga: una bolsa de plástico transparente con 500 pastillas que presentaban todas las características del letal fentanilo, junto a tres cartuchos útiles. La evidencia comenzaba a apuntar hacia una operación de narcotráfico que iba más allá de un simple abandono.
La Profundización de la Investigación: El Rastro de los Químicos
Mientras tanto, en una línea de investigación paralela, ¿a dónde conducen los recorridos por poblados como El Zapote, Lo de Bartolo y Cabañas de Tacuichamona? Los elementos del Ejército Mexicano, adscritos a la especializada Operación Búsqueda, Localización y Destrucción de Laboratorios, no se limitaron a la superficie. Su labor de inteligencia los llevó a un descubrimiento de mayor calado: el aseguramiento de un arsenal químico compuesto por 660 litros de acetona, 100 litros de ácido clorhídrico y 25 kilogramos de sosa cáustica. Estos insumos, almacenados en 20 bidones, un tambo y seis tinacos, son componentes fundamentales para la fabricación de drogas sintéticas, revelando la infraestructura necesaria para la producción a gran escala.
La Conexión Final: Paquetería y un Nuevo Modus Operandi
La investigación periodística persiste al cuestionar: ¿cómo se distribuyen estos productos ilícitos? La respuesta surgió de una acción aparentemente rutinaria. El personal de la Guardia Nacional, al revisar envíos de una empresa de paquetería ubicada en la colonia Las Vegas, en el oriente de la capital, destapó un novedoso canal de logística. En el interior de los paquetes se aseguraron cuatro bolsas con hierba seca verde, con las características propias de la marihuana, y un total de 36 vapeadores de nicotina. Este hallazgo expone la adaptación de las organizaciones criminales, que ahora utilizan servicios de mensajería comercial para evadir los controles tradicionales.
La Revelación: Un Esquema Desmantelado Pieza por Pieza
Al conectar los puntos de estas intervenciones, la narrativa oficial de acciones aisladas se desmorona. La evidencia reunida pinta el retrato de una operación criminal diversificada: desde la distribución callejera de pastillas de fentanilo, pasando por la producción industrial de estupefacientes sintéticos en zonas rurales, hasta la modernización de sus métodos de envío mediante paquetería legítima. El decomiso total de 760 litros de sustancias químicas, vapeadores, marihuana y las 500 pastillas no son solo cifras en un reporte; son la prueba tangible de un ecosistema delictivo que fue sistemáticamente desarticulado, capa por capa, gracias a una investigación persistente que cuestionó lo evidente para revelar la intrincada red que se escondía tras ella.