El embarazo infantil es una crisis nacional que exige acción

El embarazo infantil es una crisis nacional que exige acción

CIUDAD DE MÉXICO.- Las cifras oficiales de 2024 revelan una realidad estremecedora: 92,660 nacimientos procedieron de adolescentes de 15 a 17 años, a los que se suman casi 8,000 partos en niñas de 10 a 14 años. Esta estadística se traduce en que, diariamente, 21 niñas menores de 15 años se convirtieron en madres, según los registros de la Secretaría de Salud.

Las proyecciones del Consejo Nacional de Población para 2023 señalan que el segmento más significativo de los progenitores (42%) se concentraba en el rango de edad de 15 a 19 años. Le sucedieron los grupos de 20 a 24 años (15.2%), 25 a 29 años (4%) y, finalmente, los mayores de 30 años (2.8%). Los nacimientos en niñas demuestran inequívocamente que, en estas situaciones, es imposible hablar de relaciones consentidas.

El Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) manifestó que la gestación en niñas y adolescentes constituye un desafío multifactorial, que intensifica la desigualdad y perpetúa la violencia que una gran proporción de ellas ya padecía.

Además, se trata de un fenómeno que se dispersa por todo el territorio nacional; sin embargo, las niñas y adolescentes en contextos de mayor precariedad económica y con acceso limitado o nulo a la educación, enfrentan un peligro más alto de experimentar una gestación precoz.

La institución aseguró que colabora activamente en la implementación de la tercera fase de la Estrategia Nacional para Prevenir el Embarazo en Adolescentes y coordina el recientemente establecido grupo de trabajo “Cero Niñas Madres“, que contribuirá a alcanzar el objetivo de que ninguna niña de 9 a 14 años sea madre.

“De manera colectiva, promovemos iniciativas para evitar la violencia sexual contra niñas y adolescentes, reconocida como la causa primordial de la gestación y la maternidad infantil“, explicó mediante un comunicado.

Realizó un exhorto a las autoridades de todos los niveles de gobierno, a las organizaciones de la sociedad civil, a la academia, a los organismos internacionales y a todas las personas cuidadoras para que se incorporen a esta acción urgente, ya que es un problema que lesiona la integridad de la niñez y adolescencia en todo el país, y que además necesita la coordinación de todos los actores y la articulación de los recursos disponibles.

“Aspiramos a que todas las niñas, niños y adolescentes disfruten de una vida libre de violencia, que puedan mantenerse en las aulas, que se desarrollen, crezcan y vivan en condiciones superiores de bienestar. ¡Queremos Niñas, No Madres!”, declaró Sipinna.

ANUNCIATE CON NOSOTROS

Scroll al inicio