La Lucha Silenciada de los Educadores de Pueblos Originarios
Más allá de la simple protesta, una investigación profunda revela las capas de un conflicto que lleva años gestándose. Los maestros del nivel de Educación Indígena, pertenecientes a la poderosa Sección 22 del SNTE, no solo han iniciado un paro de 48 horas; han declarado una batalla por la supervivencia de su modelo educativo y la autonomía administrativa que una vez tuvieron.
¿Qué lleva a un sector educativo completo a paralizar sus actividades y acampar en el Zócalo de la capital oaxaqueña? Las entrevistas con los protagonistas desvelan una crisis multifacética. Rodrigo Sánchez Joaquín, titular de Trabajos y Conflictos del nivel, nos confirma una realidad alarmante: existen más de mil 500 plazas docentes y administrativas sin asignar, un vacío que ha obligado a fusionar grupos escolares, comprometiendo gravemente la calidad de la enseñanza para las comunidades más vulnerables.
Pero el déficit de personal es solo la punta del iceberg. Nuestra indagación nos lleva a un punto neuralgico del conflicto: la Dirección de Pueblos Originarios. Los documentos consultados y los testimonios cruzados indican que esta área administrativa dentro del IEEPO, otrora bajo su control, se esfumó tras la reestructuración y desaparición del antiguo instituto. Las autoridades educativas, según nuestras fuentes, se escudan en un limbo legislativo, argumentando que su restitución debe ser aprobada por la Cámara de Diputados local, donde las gestiones han topado con un muro de silencio.
La estrategia de movilización es clara y escalonada. El plantón en el corazón de Oaxaca y la marcha programada desde el monumento a Benito Juárez son solo el preludio. Sánchez Joaquín adelantó en exclusiva para esta investigación que, de no haber avances concretos, la protesta se intensificará: un paro de 72 horas está sobre la mesa, seguido de la amenaza latente de un paro indefinido que podría colapsar el sistema educativo indígena en el estado.
La pregunta que queda flotando en el aire es incisiva: ¿Se trata de una simple negligencia administrativa o de un sistemático desdén hacia la educación destinada a los pueblos originarios? Las piezas de esta investigación conectan para revelar una verdad incómoda: la lucha de estos docentes trasciende las demandas laborales; es un pulso por el reconocimiento identitario y la preservación de un pilar fundamental para la diversidad cultural de Oaxaca.