Álvarez Máynez desmiente a Sheinbaum sobre alianza opositora

Una Réplica desde la Experiencia en la Trinchera Política

En mi larga trayectoria observando la política mexicana, he aprendido que las acusaciones públicas suelen ser el primer movimiento en una partida de ajedrez que dura años. Lo que vivimos con el intercambio entre Jorge Álvarez Máynez y la Presidenta Claudia Sheinbaum es un capítulo más de este juego. Máynez, con la contundencia que da conocer la mecánica legislativa, no solo desmintió la existencia de una alianza con el PAN y el PRI, sino que hizo lo que todo político experimentado anhela: cambiar el foco de la conversación hacia el terreno de su adversario.

He visto cómo esta estrategia, la de señalar una distracción, puede ser tan efectiva como peligrosa. En su carta pública, Álvarez Máynez cometió un acto de precisión política al instar a la mandataria a no adelantar los tiempos electorales. Es una lección que se repite: un gobierno, especialmente en su primer año, debe demostrar resultados tangibles. Cuando uno se enfoca en la contienda en lugar de en la administración, la gente percibe que lo urgente está desplazando a lo importante.

Pero el verdadero argumento de peso, el que se construye con hechos y no con declaraciones, vino después. Al defender el historial progresista de Movimiento Ciudadano, Máynez apeló a una moneda de cambio invaluable en política: la credibilidad. Me ha tocado ver cómo los partidos luchan por definir su identidad. Cuando él enumeró logros como los incrementos al salario mínimo o los derechos laborales para trabajadoras del hogar, no estaba solo haciendo una lista; estaba construyendo un muro que separa a su instituto político de la llamada oposición tradicional, el PRIAN. Esa es una jugada estratégica. No se trata solo de negar una alianza; se trata de definir quién eres y, lo más crucial, quién no eres.

Al final, este episodio refuerza una máxima que he visto confirmarse una y otra vez: en política, lo que se calla a veces es tan importante como lo que se dice. La negativa rotunda de Máynez deja en el aire la pregunta sobre cuál será el verdadero camino que tomará el partido naranja, una incógnita que, sin duda, marcará los próximos movimientos en el tablero nacional.

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