Un equipo multidisciplinario de científicos realizó una necropsia detallada a un delfín que varó en las costas de Tamaulipas días después de la explosión del cohete Starship de SpaceX el 13 de octubre. El procedimiento, llevado a cabo el pasado viernes, reunió a patólogos, veterinarios y especialistas del Centro de Investigación Portuaria de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, en coordinación con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y técnicos comunitarios de la organización Conibio Global A.C.
El objetivo central de este minucioso examen post mortem es determinar si existe una conexión causal entre los lanzamientos espaciales realizados desde la vecina costa de Texas y la muerte de cetáceos y otros organismos marinos en el Golfo de México. Durante la intervención, los expertos tomaron muestras biológicas para realizar estudios toxicológicos e histopatológicos. Estos análisis de laboratorio son cruciales para detectar la posible presencia de residuos químicos o contaminantes derivados de la actividad aeroespacial que pudieran haber afectado al ecosistema marino.
La investigación cuenta con el respaldo del Gobierno del Estado de Tamaulipas, liderado por el Dr. Américo Villarreal Anaya, quien ha manifestado un compromiso activo con la conservación de la vida marina y el seguimiento riguroso de estos casos. Este apoyo institucional subraya la relevancia que las autoridades locales otorgan a la protección del patrimonio natural y a la aplicación del principio de precaución ante potenciales daños ambientales transfronterizos.
La jornada científica adquirió una dimensión internacional con la presencia de dos representantes de Resolve Marine, una empresa contratada específicamente por SpaceX para evaluar posibles daños ambientales en territorio mexicano. La coincidencia de su llegada con los trabajos de necropsia evidenció el interés y la preocupación que los recientes lanzamientos han generado a ambos lados de la frontera. Sin embargo, el desarrollo posterior de los eventos demostró la firmeza de las instituciones mexicanas en la aplicación de su marco legal.
Al intentar iniciar labores de limpieza en la playa este lunes, el personal de Resolve Marine fue detenido por agentes de la PROFEPA. La intervención se debió a que la empresa no contaba con los permisos correspondientes para operar en territorio nacional, un requisito fundamental para cualquier actividad de este tipo. Como consecuencia, las actividades quedaron suspendidas de manera inmediata y deberán permanecer en pausa hasta que la compañía presente y obtenga las autorizaciones requeridas por la ley mexicana.
Este acto de autoridad representa un avance significativo en la defensa del ecosistema costero mexicano y establece un precedente importante para la exigencia de transparencia y responsabilidad ambiental a nivel binacional. Señala que las operaciones de empresas extranjeras, independientemente de su magnitud o influencia, deben sujetarse a la legislación nacional y a los procedimientos de evaluación de impacto ambiental establecidos.
Paralelamente a estos eventos, durante las últimas jornadas de monitoreo costero se han detectado nuevos fragmentos de basura espacial. Algunos de estos desechos presentan etiquetas y códigos identificables, lo que permitirá rastrear su origen con mayor precisión. Estos materiales serán incorporados formalmente a los reportes oficiales que se están elaborando, proporcionando evidencia tangible de los impactos directos de la actividad espacial en el medio marino.
La organización Conibio Global A.C. ha reiterado su compromiso inquebrantable con la verdad científica y con la protección de la fauna marina del Golfo de México. Su labor continúa a través del monitoreo sistemático, la documentación rigurosa y la denuncia oportuna de cualquier amenaza que ponga en riesgo la vida marina y el frágil equilibrio ecológico de las costas mexicanas. Esta situación destaca la necesidad de desarrollar protocolos de cooperación internacional más sólidos que permitan anticipar y mitigar los efectos ambientales de la nueva carrera espacial comercial, equilibrando el progreso tecnológico con la preservación de los ecosistemas.






















