El cumpleaños de Katy Perry que desató un huracán digital
Katy Perry celebró su aniversario número 41 inmersa en su renovada etapa personal y su gira “Lifetime Tour”, pero la efeméride se vio empañada por un tsunami de reacciones negativas en la esfera digital. La artista enfrenta un juicio colectivo tras un incidente viral con su torta de cumpleaños, que terminó siendo degustada por sus bailarines después de impactar contra el suelo.
El momento que capturó la controversia
La intérprete conmemoró un año más de vida entre bastidores, tras una función de su tour internacional. En material audiovisual compartido en sus plataformas digitales, se observa a Perry ataviada con un modelo azul eléctrico, rodeada de su equipo creativo, durante el ritual de soplar las velas. Posteriormente, con actitud lúdica, intentó proyectar la tarta hacia un colaborador, falló en su objetivo y el postre acabó en el pavimento. La secuencia muestra cómo varios performers del elenco probaban fragmentos del dulce caído, aparentemente disfrutando la situación.
La reacción en tiempo real de la comunidad virtual
Las imágenes detonaron un debate inmediato, particularmente después de que una usuaria en X manifestara sentirse “genuinamente desconcertada y contrariada”, alegando que su progenitora había sido la repostera responsable, aunque este comentario podría interpretarse como ironía sarcástica. Este detalle catalizó una oleada de señalamientos hacia la cantante. Numerosos perfiles acusaron a Perry de mostrar una actitud “deplorable”: “A una mujer adulta le es indiferente quién resolverá el desorden generado o qué dedicación implicó elaborar ese pastel”, expuso un cibernauta. Otros cuestionaron el despilfarro alimentario en un contexto de crisis global: “Esta mujer encarna el patetismo contemporáneo”.
Las repercusiones del debate
Las críticas escalaron hacia territorios más conceptuales: “Mientras la inseguridad alimentaria afecta a múltiples regiones del planeta, ¿cuándo trascenderá Perry su burbuja de privilegio para reconocer la gravedad del problema?”, cuestionó un activista digital. Diversos seguidores enfatizaron el valor del trabajo artesanal detrás del postre: “Qué derroche… ni siquiera mostró el respeto elemental para preservarlo. Alguien invirtió horas de dedicación y afecto en su creación”. Otro agregó: “Esto pertenece a ese repertorio de acciones bochornosas que ejecuta. ¿Qué justificación existe para desechar ese pastel e inducir a tu plantilla a consumirlo desde el suelo? ¡Resulta repulsivo!”. Paralelamente, emergieron voces defensoras que plantearon consideraciones de bioseguridad, argumentando que, si el producto no provenía de su círculo profesional, era comprensible evitar su consumo por protocolos sanitarios.














