Telefónica confirma salida de México y concluye retirada de Latinoamérica

Telefónica Movistar ha confirmado oficialmente su salida de los mercados de México, Venezuela y Chile, culminando así su retirada estratégica de Latinoamérica. El presidente de la compañía, Marc Murtra, hizo el anuncio este martes 4 de noviembre durante la presentación de resultados trimestrales, marcando un punto de inflexión en la historia de la corporación española en la región.

 

La decisión representa la fase final de un proceso de desinversión que ya había incluido la venta de las filiales en Argentina, Perú, Uruguay, Ecuador y Colombia. Murtra no especificó plazos exactos para completar las operaciones pendientes, pero dejó claro el compromiso de la empresa con esta reorientación fundamental. “Estamos en tres países en Hispanoamérica, México, Chile y Venezuela, y en Colombia estamos en un proceso ya avanzado de salida. Vamos a salir de Hispanoamérica y los tres países son México, Chile y Venezuela”, declaró el ejecutivo.

 

En el caso mexicano, la salida implica la desinversión de una operación que atiende a más de 23.5 millones de clientes, una base sustancial que representa un significativo porcentaje del total regional de Telefónica Hispanoamérica. Esta unidad regional, que opera bajo la marca comercial Movistar, ofrece servicios de conectividad de banda ancha fija y móvil con redes 4G y 5G, además de servicios digitales para 72 millones de clientes residenciales y empresariales en toda la región. El reposicionamiento estratégico de Telefónica busca concentrar recursos y esfuerzos en mercados considerados clave para su futuro crecimiento, principalmente España, Alemania, Reino Unido y Brasil.

 

Este movimiento refleja una tendencia más amplia en el sector de telecomunicaciones, donde los operadores globales están reevaluando su presencia en mercados emergentes frente a desafíos regulatorios, competencia intensa y requerimientos de inversión en infraestructura. Paralelamente a esta reestructuración geográfica, la compañía está evaluando una posible salida del mercado de Wall Street como parte de su estrategia de simplificación corporativa.

 

Laura Abasolo, directora financiera de Movistar, indicó que aunque “no hay una decisión formal tomada”, se están considerando las ventajas y desventajas de mantener los ADRs en la Bolsa de Nueva York. Este análisis adquiere especial relevancia histórica dado que Telefónica fue la primera empresa española en cotizar en Wall Street en 1987. La nueva dirección estratégica también contempla importantes ajustes financieros.

 

La compañía anunció un recorte del 50 por ciento en su dividendo de 2026, reduciendo el pago a sus accionistas a 0.15 euros por acción frente a los 0.30 euros previstos para 2025. Esta decisión forma parte del plan de Murtra para reinvertir fondos en áreas centrales de las telecomunicaciones y en nuevas iniciativas como defensa y ciberseguridad. El mercado reaccionó inmediatamente a estos anuncios, con las acciones de Telefónica registrando su mayor caída en más de cinco años. Los títulos cayeron hasta un 9.8 por ciento en Madrid, su mayor descenso desde mayo de 2020, anulando todo el crecimiento acumulado durante 2025.

 

Telefónica proyecta sinergias potenciales de entre 18 mil y 22 mil millones de euros mediante adquisiciones selectivas en sus mercados principales, lo que sugiere que la compañía está priorizando la eficiencia operativa y el crecimiento orgánico en mercados consolidados sobre la expansión geográfica. Este enfoque representa un cambio significativo en la filosofía corporativa de una empresa que durante décadas había construido su presencia como operador global con fuerte arraigo en Latinoamérica.

 

La salida de México, un mercado con particularidades regulatorias y competitivas específicas, plantea interrogantes sobre el futuro de la infraestructura desplegada por Movistar y el destino de sus más de 23 millones de clientes. La operación deberá realizarse de manera ordenada para garantizar la continuidad del servicio y cumplir con las obligaciones contractuales y regulatorias, un proceso que requerirá una ejecución cuidadosa en coordinación con las autoridades mexicanas.

 

Este movimiento estratégico cierra un capítulo importante en la historia de Telefónica y redefine el panorama competitivo del sector telecomunicaciones en Latinoamérica, particularmente en México donde Movistar había mantenido una presencia significativa a pesar de la intensa competencia en el mercado. La reacción de los reguladores y la evolución de las negociaciones para la venta de estas operaciones serán seguidas de cerca por inversionistas y analistas del sector.

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