Una Decisión Desesperada en el Abismo de la Pérdida
El artista Lupillo Rivera, hermano de la fallecida diva Jenni Rivera, ha reabierto una de las páginas más oscuras y controvertidas de su historia familiar. En una reciente y reveladora conversación con el conductor Gustavo Adolfo Infante, con motivo de su libro “Tragos Amargos”, el intérprete desveló los momentos de caos y desesperación que siguieron al fatídico accidente aéreo.
Lupillo decidió contactar a miembros del crimen organizado para obtener ayuda.
La noticia del siniestro lo alcanzó tras finalizar un concierto, sumiéndolo en una incredulidad absoluta. Esta negación inicial se vio alimentada por una tormenta digital: la cuenta de Twitter de la Diva de la Banda permanecía activa y una maraña de rumores sobre su posible supervivencia comenzaba a envenenar la web.
La Alianza Improbable en Tiempos de Crisis
Ante el vacío de información oficial y la angustia creciente, Rivera tomó una decisión que desafía toda convención: organizar su propio operativo de búsqueda. En un giro disruptivo, cruzó una frontera invisible y estableció comunicación con figuras del crimen organizado, buscando una red de influencia donde las instituciones habían fallado.
Su propuesta fue directa y desgarradora: “Dije quiero saber si la tienen, quiero saber si tienen a mi hermana porque había un avión abandonado en Culiacán. ‘Si tienen a mi hermana, échame la mano y cambiamos el lugar, yo voy por ella y me quedo yo'”, confesó el cantante.
Lejos de la demonización simplista, Lupillo expresó una perspectiva inesperada sobre este episodio, destacando un código de respeto inusual. “Son de mucho respeto, es gente admirable porque sí se toma mucho valor el ‘voy a hacer a un lado mis sentimientos para ayudar a esta persona’ y son cosas que siempre he admirado”, comentó, retratando una complejidad humana que desafía los estereotipos.
Un Cierre de Ciclo y la Reconciliación Pública
En el mismo diálogo, el intérprete extendió una disculpa pública hacia su expareja, la también cantante Belinda, cerrando así un capítulo de comentarios polémicos del pasado. Este acto de contrición completa un relato de vulnerabilidad, decisiones límite y la búsqueda de redención personal en el ojo público.
