Un recordatorio de la fuerza de la naturaleza
Tras años de observar los patrones climáticos en nuestro país, he aprendido que cuando la Coordinación Nacional de Protección Civil y el Servicio Meteorológico Nacional emiten alertas conjuntas, es momento de prestar atención. Esta vez, un canal de baja presión interactuará con otros sistemas atmosféricos, creando un escenario que recuerdo de temporadas pasadas: precipitaciones torrenciales, vientos intensos y el riesgo siempre impresionante de trombas marinas en Quintana Roo.
La experiencia me ha enseñado que estos fenómenos rara vez vienen solos. La humedad que se desplazará hacia estados como Michoacán, Veracruz, Oaxaca y Chiapas, entre otros, suele generar eventos dispersos que, aunque menos intensos, pueden sorprender a comunidades desprevenidas. He visto cómo una lluvia moderada en estas condiciones puede saturar rápidamente suelos ya comprometidos.
La llegada del frente frío 14: lecciones del noroeste
El frente frío 14 que se aproxima al noroeste me trae a la memoria incontables temporadas invernales. Estos sistemas frontales, especialmente cuando interactúan con otros patrones meteorológicos, no solo traen lluvias y viento, sino ese descenso térmico característico que en Baja California puede engañar por su aparente suavidad. La sabiduría práctica nos dice que el frío se instala gradualmente, y es en las primeras horas de la mañana cuando más se siente su impacto.
Consejos probados por la experiencia
Las recomendaciones de Protección Civil que leo hoy reflejan lecciones aprendidas a través de situaciones reales. Cruzar un arroyo crecido es un error que he visto cometer con consecuencias graves. Durante las tormentas eléctricas, refugiarse bajo árboles o estructuras metálicas es otro riesgo que subestimamos hasta que presenciamos su peligro.
Respecto al frío, he comprobado que abrigarse “en capas” es más efectivo que una sola prenda gruesa. Los cambios bruscos de temperatura afectan especialmente a niños y adultos mayores. El consejo sobre alimentación con vitaminas A y C es acertado, pero añadiría la importancia de mantener una hidratación adecuada, ya que en temporada fría tendemos a descuidarla.
El punto sobre el uso seguro de calefactores merece especial atención. Recuerdo casos trágicos de intoxicación por monóxido de carbono que podrían haberse evitado con una simple ventilación. Ningún calor interior justifica comprometer la seguridad respiratoria.
La recomendación final sobre consultar fuentes oficiales es quizás la más valiosa. En mi trayectoria, he observado cómo la desinformación durante eventos meteorológicos puede generar tanto daño como el fenómeno mismo. Confiar en Protección Civil y la Conagua significa acceder a datos verificados y pronósticos basados en metodologías científicas contrastadas.














