Con más de tres décadas observando de cerca la dinámica de las familias en el ojo público, he aprendido que la tragedia nunca llega en el momento oportuno. La noticia del deceso de Gabriela Michel, madre de Aislinn Derbez, me recordó una verdad cruda que he visto repetirse: la vida en los medios no detiene su ritmo para permitir que el duelo se procese en privado.
Gabriela Michel perdió la vida de manera súbita. La causa confirmada fue un ataque cardíaco, una circunstancia que tomó completamente por sorpresa a Eugenio Derbez. En mi experiencia, estas noticias inesperadas crean una disonancia surrealista para las familias públicas, donde un miembro puede estar cumpliendo con compromisos profesionales mientras otro confirma la partida de un ser querido.
Durante la tarde de ese lunes, diversos medios de comunicación difundieron la noticia del fallecimiento. Tuve que pasar varias horas antes de que la propia actriz confirmara, mediante sus redes sociales, la partida de su progenitora, desmintiendo específicamente que el motivo de su muerte se hubiera tratado de un accidente en el hogar.
Aislinn expresó con elocuente dolor: “Con profunda tristeza comparto que mi mamá falleció a causa de un infarto; en este momento, necesito vivir mi duelo en paz, en compañía de mi familia y procesar esta despedida desde un lugar de amor”. He visto cómo estas declaraciones cuidadosamente redactadas sirven tanto como escudo como puente hacia el público.
La compleja reacción de Eugenio Derbez ante la prensa
Antes de que la intérprete confirmara públicamente el fallecimiento de su madre, Eugenio Derbez se convirtió en uno de los principales focos de atención para la prensa que buscaba verificar el rumor. Sin embargo, el comediante no realizó ninguna publicación alusiva a la pérdida inmediatamente.
Paradójicamente, se encontraba transmitiendo en vivo su participación en los International Emmy Awards -acompañado de Alessandra Rosaldo-, donde estaba nominado por su interpretación en la serie “Y llegaron de noche”. He presenciado cómo estos compromisos profesionales previos crean situaciones imposibles para las celebridades, atrapadas entre contratos y el dolor personal.
“Estamos en la alfombra roja, a punto de entrar”, declaró, mostrando al director de la producción y otros colaboradores que asistieron a la ceremonia, celebrada en el New York Hilton Midtown. Momentos después, su hija confirmaba en plataformas digitales que su madre había fallecido.
Transcurrieron aproximadamente doce horas antes de que el actor, quien ha manifestado abiertamente su conexión especial con su hija mayor, demostrara el apoyo que siente hacia Aislinn. Esto escribió, acompañando una fotografía donde aparece junto a la joven actriz: “Siempre contigo. Te amo, Aislinn Derbez”. He aprendido que en estas familias, el timing de las demostraciones públicas de afecto rara vez coincide con las expectativas del público.
El impacto emocional en el núcleo familiar
En una conversación anterior con Karla Díaz, Derbez y sus tres hijos mayores -excluyendo a Aitana, la menor-, en “Pinky Promise”, tanto José Eduardo como Vadhir reconocieron que, entre todos los vástagos del actor, él mantenía una notable preferencia y proximidad emocional con la actriz de “A la mala”.
A pesar de esto, la reacción de Eugenio se caracterizó por el reservo, pues, aunque su hija ha afirmado que su madre representó “el amor de la vida” del comediante, así como él constituyó el mayor romance de su madre, su respuesta pública fue notablemente discreta. A lo largo de los años, he comprendido que el dolor más auténtico a menudo elige el silencio sobre la espectacularidad.
