Durante el encuentro de Arte Textil Mexicano en Los Pinos, la presencia del senador Gerardo Fernández Noroña generó sorpresa inmediata. Su aparición en un espacio cultural, justo en medio de la controversia por el caso Carlos Manzo, abrió la pregunta directa: ¿fue solo una visita o un gesto que puede interpretarse como burla en un momento delicado?
En los últimos días, Noroña ha incrementado el tono de sus declaraciones y ha dejado insinuaciones que tensaron aún más el ambiente. Sus comentarios fueron orientados hacia el as3s1nato de Carlos Mazno, exalcalde de Uruapan donde indicó que ”No es un santo” y pasó a críticar a su esposa Grecia Quiroz tachándola de ”ambiciosa” y ”facista”.
La duda persiste: ¿coincidencia o falta de sensibilidad? En política, los detalles no son inocentes, y en un escenario tan cargado, el mensaje que transmite su imagen pública no puede ignorarse.
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