En mi larga trayectoria siguiendo la diplomacia deportiva, he visto cómo el escenario olímpico puede transformarse de la noche a la mañana. Esta vez, tres destacados patinadores artísticos de Rusia y Bielorrusia, entre ellos una firme aspirante al podio, han obtenido este jueves la validación del Comité Olímpico Internacional para participar bajo estatus neutral en los próximos Juegos de Invierno de Milán-Cortina.
La lista de seleccionados incluye a la joven promesa Adeliia Petrosian, de 18 años, quien demostró su enorme potencial para la medalla dorada en la prueba individual femenina al adjudicarse un evento clasificatorio olímpico celebrado en Beijing el pasado mes de septiembre.
Completan el grupo de atletas autorizados Petr Gumennik, el campeón nacional ruso que se impuso en la modalidad masculina en Beijing hace dos meses, y la patinadora bielorrusa Viktoriia Safonova, quien finalizó en la cuarta posición por detrás de Petrosian.
Ese evento clasificatorio en Beijing marcó un hito crucial: fue la primera ocasión desde el inicio del conflicto a gran escala en Ucrania en 2022 –apenas cuatro días después de la clausura de los Juegos de Beijing– que la Unión Internacional de Patinaje permitió la participación de representantes rusos en una de sus competiciones de patinaje artístico.
El COI, como ya hizo antes de los Juegos de Verano de París 2024, lleva a cabo su propia evaluación exhaustiva para otorgar la acreditación de atleta neutral a los deportistas rusos y bielorrusos con miras a su participación en Milán-Cortina.
Los requisitos para competir como atleta neutral
La elegibilidad exige que los competidores no hayan respaldado de forma activa la invasión de Ucrania y que carezcan de vínculos con las instituciones militares y de seguridad nacional de Rusia o Bielorrusia. Además, los patinadores artísticos deben aceptar su invitación de manera individual y suscribir un compromiso formal de acatamiento a la Carta Olímpica, según ha precisado el COI.
Petrosian representa a la nueva generación de patinadoras formadas bajo la tutela de la entrenadora Eteri Tutberidze, una figura central y controvertida durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos de Beijing.

















