El AICM Activa Comunicación Directa Durante su Transformación
Con los años, he sido testigo de cómo los grandes aeropuertos enfrentan el eterno dilema de modernizarse sin colapsar las operaciones diarias. La decisión del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) de habilitar canales de comunicación inmediata durante su remodelación es, sin duda, una lección aprendida de experiencias pasadas. He visto proyectos de infraestructura fracasar no por la obra en sí, sino por una comunicación deficiente con el usuario final.
Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) atenderá por WhatsApp quejas de los usuarios.
La habilitación de dos números de WhatsApp operativos las 24 horas es un acierto táctico. Recuerdo una remodelación en otra terminal donde la falta de un canal de resolución inmediata convirtió pequeñas molestias en grandes controversias públicas. Aquí, el AICM no solo está gestionando reclamos y peticiones, sino que está construyendo un dique de contención para la frustración natural que generan los cierres temporales y las áreas en obras.
La Estrategia Tras los Canales de Diálogo
Lo que realmente denota experiencia es la mención a los canales de diálogo establecidos con la comunidad aeroportuaria. En la práctica, he aprendido que coordinar con aerolíneas, concesionarios y servicios terrestres es tan crucial como la obra misma. Esta coordinación operativa es lo que permite programar los cierres de manera inteligente, minimizando el impacto. No es teoría; es una necesidad logística que se paga caro cuando se ignora.
El anuncio formal a través de su cuenta oficial de X y la publicación clara de los números para cada terminal refleja una transparencia que los viajeros frecuentes agradecemos. La accesibilidad es clave:
· Terminal 1: 55 2859 4544
· Terminal 2: 55 1245 7797
Mirando Hacia Adelante: Más Allá de las Quejas
Finalmente, el reporte de progresos en las obras iniciadas en abril de 2025 es un elemento de credibilidad. Una queja constante en este tipo de proyectos es la percepción de que las obras se alargan sin fin. Comunicar los avances de la remodelación no solo informa, sino que legitima el proceso y justifica las molestias temporales. Es un recordatorio de que, al final del camino, habrá un aeropuerto renovado y más funcional, un objetivo que vale la pena el esfuerzo conjunto.















