La Estrategia Oculta Detrás del “Radical Optimism Tour”
En la superficie, la gira “Radical Optimism Tour” de Dua Lipa es un espectáculo pop global, una celebración de sus propios éxitos planetarios. Sin embargo, una investigación más profunda revela una capa estratégica y emotiva que ha pasado desapercibida para la crítica convencional: un meticuloso homenaje a la esencia musical latinoamericana, canción por canción, país por país.
¿Se trata de una simple estrategia de marketing para conectar con el público local, o existe una genuina y profunda inmersión de la artista en el legado cultural de la región? Los testimonios de miles de asistentes y el análisis de su repertorio sugieren algo más significativo.
La pista inicial llegó en Argentina. No fue solo la interpretación de “De Música Ligera” de Soda Stereo en el Estadio Monumental lo que conmovió. Fue el momento preciso, la elección de un himno generacional que trascendió el pop para convertirse en un símbolo. La pregunta obligada: ¿quién en su equipo de investigación musical seleccionó este tema y comprendió su peso histórico? Luego, el guiño al dúo Miranda! confirmó un patrón: no eran covers al azar, eran declaraciones de afecto hacia distintas facetas del rock y pop argentino.
El viaje de descubrimiento continuó en Chile. Allí, Lipa optó por un giro visceral. Al entonar “Tu Falta de Querer” de Mon Laferte, no solo versionó un éxito; se apropió de un lamento contemporáneo. Pero fue al revivir “El Duelo” de La Ley donde la narrativa se intensificó. Eligió una balada de rock melancólico, alejada del ritmo dance de su obra, demostrando una curatorial audaz. ¿Qué documentos o entrevistas con expertos musicales chilenos guiaron esta elección?
La trama se complejizó en Brasil. Los homenajes a Sérgio Mendes no apuntaron a la bossa nova más obvia, sino a un sonido que, según los entendidos, “pone ritmo al fútbol y remite a favelas y playas”. Esta precisión etnomusicológica es reveladora. Sugiere un trabajo de campo que va más allá de una lista de reproducción en streaming.
La revelación más contundente ocurrió en Perú. Dua Lipa no solo cantó “Cariñito”, un tema icónico del cancionero popular. Lo hizo junto a Mauricio Mesones, una figura venerada de la música tropical peruana. Este movimiento no es el de una artista que simplemente “incluye un cover local”. Es el gesto de quien busca la validación y la colaboración auténtica con los guardianes de la tradición.
Mientras el misterio rodea sus presentaciones en México —¿rendirá tributo a Juan Gabriel, a Café Tacvba, a la música ranchera?—, el patrón es claro. El “Radical Optimism Tour” es, en paralelo, una gira de investigación y reconocimiento. Dua Lipa, más que una visitante, se ha erigido en una curadora musical itinerante, utilizando su plataforma global para iluminar y entrelazar las joyas de la cultura latinoamericana. La verdad oculta es que, detrás de la estrella pop, hay una estudiosa persistente de los ritmos que definen un continente, desafiando la narrativa superficial del intercambio cultural fugaz.
