El clima en “La Granja VIP” se fracturó completamente tras un tenso altercado entre el actor Eleazar Gómez y el luchador José Alberto Rodríguez “El Patrón”. Lo que inició como un roce verbal durante la comida, derivó en una escalada de hostilidades que culminó con un acto de intimidación física, captado por las cámaras del reality 24/7 y que ha encendido las redes sociales.
La chispa se encendió cuando Rodríguez expresó su agotamiento por la convivencia diaria con Gómez. La réplica del intérprete fue directa y desafiante: le sugirió que abandonara la competencia si no podía soportarla. “Si te levantaste de mal humor no es mi problema, es el tuyo”, sentenció Gómez, marcando un punto de no retorno en el diálogo.
La respuesta de “El Patrón” fue la provocación. En lugar de rebatir con argumentos, optó por una burla performática, imitando con sarcasmo el tono de voz y la risa de su compañero de encierro. Este gesto, cargado de menosprecio, llevó a ambos a un cara a cara intimidante, con los rostros a centímetros de distancia y el ambiente cargado de adrenalina.
Sin embargo, el momento que cruzó toda línea aceptable y detonó la indignación colectiva ocurrió después. Persistiendo en su actitud hostil, Rodríguez se acercó a Gómez y, en un movimiento de claro carácter intimidatorio, colocó su mano sobre el pantalón del actor, en la zona de la bragueta. Este contacto físico no consentido, interpretado por la audiencia como un acto de acoso y agresión, fue la gota que colmó el vaso.
La reacción en la granja fue inmediata: Gómez repelió el contacto con el codo, mientras Rodríguez respondía con otro empujón. Lo más revelador fue la reacción del entorno: algunos compañeros, lejos de mediar, rieron ante el conflicto, normalizando una dinámica tóxica. Fuera de la pantalla, la respuesta digital fue contundente. El clip se viralizó al instante, y la comunidad online, consciente y exigente, comenzó una campaña masiva pidiendo la expulsión de “El Patrón” del programa, cuestionando los límites de lo permitido en el entretenimiento y la responsabilidad de las productoras frente al acoso.



















