Un Golpe Coordinado: Lecciones desde el Terreno
En mis años en el ámbito de la seguridad, he aprendido que los anuncios oficiales suelen ser la punta del iceberg. La noticia de hoy sobre la captura de Armando “N”, alias “Delta 1”, y el desmantelamiento de un laboratorio en Durango no es solo un parte de prensa. Es el resultado palpable de una inteligencia paciente y de una colaboración interinstitucional que, les puedo asegurar, no siempre funciona con esta fluidez. Cuando el secretario Omar García Harfuch informa de esto, quienes estamos en el sector sabemos que detrás hay meses, quizás años, de rastreo financiero y vigilancia.
La Importancia de Golpear la Cadena de Valor
Muchas veces se prioriza la captura del “pez gordo”, pero la experiencia me ha enseñado que los operadores logísticos como “Delta 1” son la columna vertebral. Este individuo, acusado de homicidios, secuestros y extorsión, representa el brazo armado y coercitivo. Sin embargo, el verdadero impacto dual viene con el hallazgo en Durango. He visto de cerca estos antros: el desmantelamiento de ese laboratorio ilícito, con sus reactores y destiladores, es un golpe directo a la capacidad productiva. Se asegura la maquinaria, pero lo más valioso son siempre los documentos contables y las sustancias precursoras, que permiten rastrear la red hacia arriba.
Reflexión Final: Más Allá del Titular
¿Es un éxito? Sin duda. Cada detención de un objetivo prioritario y cada fábrica destruida salvan vidas y desestabilizan a estas organizaciones delictivas. Pero la sabiduría práctica nos dice que esto es una batalla, no la guerra. La clave, he comprobado, está en la sostenibilidad de la cooperación entre la Sedena, la FGR y la SSPC, y en que la inteligencia derivada de estos operativos se traduzca en más acciones, no en un mero comunicado. La lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado se gana desmantelando tanto la violencia como el flujo de capital ilícito. Hoy se ha avanzado en ambos frentes.














