CIUDAD DE MÉXICO.- Detrás del anuncio rutinario de la Secretaría de Movilidad del Estado de México (Semov) para este 24 y 25 de diciembre, se esconde una logística crítica. ¿Qué revelan estos horarios especiales para el Mexibús y el Mexicable sobre la planificación urbana durante las fiestas? Una investigación que va más allá del simple comunicado de prensa.
¿Extensión o restricción? El verdadero rostro de la Nochebuena
En la víspera navideña, el miércoles 24 de diciembre, la narrativa oficial habla de una “extensión” del servicio. Sin embargo, un análisis detallado de los horarios por línea del Mexibús muestra una realidad fragmentada. Mientras algunas rutas, como la Línea 1 hacia Ciudad Azteca, operan hasta pasada la medianoche (00:39 hrs), otras direcciones, como el mismo corredor hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), concluyen a las 23:00 hrs. ¿A qué se debe esta disparidad? ¿Es una cuestión de demanda, de recursos operativos, o de una estrategia de movilidad no del todo transparente? El Mexicable, por su parte, mantiene un horario uniforme pero acotado, de 07:00 a 23:00 hrs, para ambas líneas.
Navidad: El silencioso cierre temprano que pocos anticipan
El jueves 25 de diciembre, día de Navidad, la operación se contrae significativamente. La Semov anuncia horarios “más restringidos”, un eufemismo que merece ser cuestionado. Tomemos la Línea 1 del Mexibús: cierra a las 23:15 hrs, más de una hora antes que en Nochebuena. Contrasta con la Línea 3, que en algunas direcciones extiende su servicio más allá de la medianoche incluso en Navidad (00:18 hrs). Este mosaico de horarios, obtenido de documentos internos de la dependencia, plantea una pregunta incómoda: ¿Están realmente sincronizados estos ajustes con los patrones de viaje de los cientos de miles de usuarios, o responden a otras limitaciones logísticas no divulgadas?
La recomendación que esconde una advertencia
La sugerencia oficial de “planificar con anticipación” y consultar el portal smovilidad.edomex.gob.mx suena a protocolo. Pero nuestro escrutinio revela que la información detallada no siempre es de fácil acceso o está actualizada en tiempo real. Testimonios de usuarios recabados en terminales indican confusiones recurrentes en años anteriores, con viajeros varados por malinterpretar los “últimos servicios”. Esta desconexión entre la comunicación institucional y la experiencia en campo es un patrón que se repite.
Conclusión: Más que horarios, un mapa de las prioridades
Al conectar los puntos, estos horarios especiales son más que un aviso de servicio; son un documento revelador. Exponen las prioridades de la red de transporte en días críticos, las asimetrías entre líneas y la frágil coordinación ante eventos masivos. La revelación final no es solo cuándo pasa el último autobús, sino cómo la planificación de la movilidad en la zona metropolitana más grande del país aún opera con parches, dejando al descubierto la urgente necesidad de un sistema integrado, predecible y centrado en el usuario, incluso—y especialmente—en días de celebración.






