La oposición en Matamoros está incómoda, y con razón. Por primera vez en años, un alcalde joven llegó al poder no para simular, sino para trabajar. En su Primer Informe de Gobierno, Beto Granados no recurrió a excusas recicladas: presentó resultados concretos que están transformando la ciudad.
Más de 170 caídos (tuberías) de drenaje reparados, el rescate del Parque El Laguito, y la reactivación, después de 17 años; de la planta tratadora aguas residuales del Fraccionamiento Canadá, son solo algunas de las acciones que confirman que Matamoros hoy sí tiene rumbo.
Y la ciudadanía lo reconoce. El evento fue un lleno total en planta baja, y ante la alta asistencia, se habilitó el segundo piso. El respaldo popular fue evidente porque ve resultados reales. Mientras tanto, la oposición solo repite su crítica más débil: la juventud del alcalde.
Pero su juventud es justamente su mayor virtud. Beto Granados no tiene compromisos con los mismos de siempre. Gobierna con energía, visión y libertad. Hoy es el alcalde que más caídos ha reparado en los últimos 22 años, una cifra que ninguno de sus críticos puede igualar. Por eso están tan desesperados.
Estamos viviendo un auténtico renacimiento de Matamoros, con una administración que escucha, resuelve y avanza. Donde antes hubo abandono, hoy hay transformación. Lo que antes era promesa, hoy es obra entregada. El cambio ya no es discurso: está en las calles y en la gente.
Y no está solo. El Gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, mostró su respaldo total enviando al Secretario General de Gobierno, Héctor Joel Villegas González, su representante en temas de política interna. No solo fue un gesto simbólico, fue un mensaje de apoyo firme y claro. Matamoros está alineado con la transformación estatal, y los resultados lo confirman.