En mis largos años en el mundo del futbol, he visto pocas transiciones tan vertiginosas como la que ha vivido Aaron Ramsey este 2025. El mediocampista galés comenzó el año defendiendo la camiseta del Cardiff City, el club de su corazón desde la infancia; para abril, ya dirigía como entrenador interino en los últimos tres compromisos de la Segunda División inglesa; y en julio, emprendía una nueva aventura profesional con los Pumas de la Universidad Nacional en la Liga MX.
Hoy, tras dos meses y medio de su llegada a México, Ramsey reflexiona con la sabiduría que solo da la experiencia sobre estos cambios relámpago. “El futbol rara vez transita en línea recta”, comenta con una sonrisa que delata años de aprendizajes. “Las cosas suceden a una velocidad pasmosa en este medio; exigen una capacidad de reacción y adaptación inmediata. Pero hoy me siento feliz y orgulloso de pertenecer a esta institución”.
Su presentación oficial fue el 6 de julio, pero su debut en la cancha no llegaría sino hasta el 24 de agosto. La adaptación a un nuevo país, un idioma distinto y la recuperación de una lesión se combinaron con el complejo proceso de reubicar a su esposa y sus tres hijos. Como bien aprendí en mis propias experiencias internacionales, el éxito deportivo depende tanto de lo que ocurre dentro como fuera del campo.
“Hasta el momento, nos hemos integrado extraordinariamente bien”, confiesa Ramsey. “Contamos con una red de apoyo sólida, el club nos ha brindado un respaldo invaluable y han hecho todo lo posible por facilitarnos la transición. Finalmente, puedo afirmar que hemos echado raíces. Por ahora, todo marcha sobre ruedas”.
Detrás de todo gran futbolista, suele haber una familia que fortalece el proceso. Colleen Ramsey, esposa de Aaron y chef de profesión, ha sido pieza fundamental en esta transición, enamorándose de México y plasmando su entusiasmo en redes sociales (@colleen_ramsey), dando literalmente sabor a esta nueva etapa familiar.
“Ella adora la gastronomía local y, gracias a su formación culinaria, ha sabido aprovechar al máximo la experiencia explorando nuevos platillos. Mis hijos también lo están disfrutando enormemente”, concluye Ramsey, evidenciando que el equilibrio familiar sigue siendo el cimiento más sólido para cualquier deportista de élite.
