La Mentalidad de un Campeón: Más Allá de una Simple Victoria
En esta profesión, aprendes más de una derrota dolorosa que de diez victorias fáciles. La reciente caída ante Cruz Azul fue un recordatorio amargo, pero lo que define a un equipo grande no es la caída, sino la velocidad con la que se levanta. Ver al América recuperar rápidamente la senda del triunfo y afianzarse en la segunda posición del clasificador habla de un carácter que se forja en el vestuario. Sin embargo, les digo por experiencia: en un club de esta magnitud, el segundo lugar nunca es la meta.
Miguel Vázquez, uno de los valores canteranos del conjunto azulcrema, lo tiene claro. He visto a muchos jóvenes promesas, pero los que llegan lejos son los que, como él, internalizan las prioridades del equipo. Su declaración no es un simple cliché para la prensa; es la manifestación de una obsesión colectiva: el primer lugar. Con tres jornadas por delante en esta fase regular del Apertura 2025, ese es el faro que guía su navegación.
“Queremos terminar en el primer escalón. Sabemos que cerrar en casa, en cualquier instancia, es lo óptimo para nosotros. El respaldo de nuestra afición en los partidos de vuelta siempre nos imbuye de una energía tremenda y, por supuesto, procuraremos la cima. Primero Dios que no suframos más bajas por lesión”, expresó el defensa central. Esa última frase, la de las lesiones, es un detalle que solo quien ha vivido la presión de un cierre de temporada comprende. El desgaste físico y mental es el rival invisible, a veces más temible que el que está en el campo contrario.
El revés en el Clásico Joven frente a La Máquina, sin duda, dejó su lección en el Nido. Pero aquí está la sabiduría que se adquiere con los años: esos tropiezos ante rivales directos son el mejor ensayo para la Liguilla</strong. El joven zaguero de las Águilas es consciente de que en la fase definitiva se volverá a cruzar con esos equipos. Por eso, ahora el objetivo es un cierre impecable, una inercia positiva que sea imparable cuando todo esté en juego.
Y en este camino, la filosofía del estratega André Jardine se ha convertido en su mantra. “Hay una máxima muy propia de él que es ‘hacer para merecer’”, mencionó Vázquez. Esa frase, aparentemente simple, encierra una profunda verdad. No se puede esperar el éxito; hay que construirlo, sudarlo, merecerlo en cada entrenamiento y en cada minuto de los noventa. Los tres compromisos que restan son vitales, y la mentalidad no es solo ganar, sino hacerlo con una contundencia que les otorgue el derecho moral de ser líderes.
El itinerario está marcado: una visita al Mazatlán FC, la recepción del León y un desplazamiento siempre complicado a la cancha del Toluca. Tres batallas finales para conquistar el territorio que anhelan: la cima de la clasificación y la ventaja de definir su destino en la fortaleza de casa.
