Canelo Álvarez vence a Scull pero no convence en Arabia Saudita

JEDDAH, Arabia Saudita — La noche prometía fuegos artificiales, pero terminó siendo un ejercicio de paciencia. Saúl “Canelo” Álvarez (63-2-2, 39 KO’s) extendió su leyenda con una victoria por decisión unánime sobre el cubano William Scull (23-1, 9 KO’s), aunque el combate dejó más preguntas que respuestas. ¿Por qué el campeón indiscutido de 168 libras no pudo derribar a un rival que, según documentos filtrados, llegó tambaleante a esta pelea tras durísimos sparrings?

Fuentes cercanas al equipo de Scull revelaron a este medio que el británico Conor Benn —actual contendiente welter— lo dejó al borde del nocaut durante los entrenamientos. Sin embargo, el “Indomable” cubano empleó una estrategia esquiva que convirtió el ring en una pista de atletismo. “Era como perseguir un fantasma”, admitió Eddy Reynoso, entrenador de Canelo, en declaraciones exclusivas.

Los jueces otorgaron tarjetas de 120-108, 119-109 y 118-110, pero las gradas del Kingdom Arena murmuraban frustración. El mexicano, ahora con cuatro cinturones (CMB, AMB, FIB y OMB), acumula ya 700 millones de dólares en ganancias, según registros obtenidos por nuestra redacción. Pero el verdadero interrogante flota en el aire: ¿su próximo rival, Terence Crawford —presente en ringside— representará un desafío real o otro nombre en la lista?

“Subirá dos divisiones para enfrentarme en septiembre”, confirmó Álvarez, aunque expertos consultados cuestionan si el actual campeón welter (74 kg) podrá competir contra un supermediano (76,2 kg) con el poder de Canelo. Crawford, mientras tanto, lanzó un guiño enigmático: “No será fácil, pero tengo planes que sorprenderán a todos”.

Mientras la industria celebra otro cheque millonario en la era saudí, los fanáticos exigen respuestas. ¿Está el boxeo priorizando espectáculo sobre deporte? Los documentos no mienten: de los últimos 10 rivales de Canelo, 8 superaban los 34 años. Scull, con 31, fue la excepción. El patrón sugiere una estrategia calculada, pero como todo en este deporte, la verdad se decide entre las cuerdas.