Diego Sánchez y compañía prometen una noche de gloria en la Monumental Monterrey

La Monumental Monterrey, ese coliseo moderno donde la tradición y la polémica se dan la mano, se alista para su tercera función de la temporada. Un trío de jóvenes valientes —o temerarios, según el cristal con que se mire— se prepara para bailar con la muerte ante un público ávido de emociones fuertes.

En el ruedo estarán Diego Sánchez, Luis David Adame y Héctor Gutiérrez, tres nombres que suenan fuerte en el mundillo taurino. A las 20:30 horas, frente a un encierro de la ganadería Los Encinos, demostrarán por qué este arte —o deporte, o espectáculo, depende de a quién le pregunte— sigue levantando pasiones.

“Monterrey es especial para mí”, confiesa Sánchez, el primer espada, con esa mezcla de humildad y seguridad que caracteriza a los héroes de este drama. “Volver aquí, más maduro y con hambre de triunfo, es un sueño”. Diez años después de tomar la alternativa en la Feria de Aguascalientes, el matador rememora sus inicios en esta plaza, donde cortó su segunda corrida.

El cartel del viernes no es cualquiera: los mismos toreros que abrieron la Feria de San Marcos, bajo los focos de la televisión, ahora buscan conquistar al público regio. “Somos tres jóvenes que aspiramos a lo más alto”, admite Sánchez, en un raro momento de sinceridad sobre la feroz competencia que existe tras la fachada de compañerismo.

Con 64 corridas en su haber, 79 orejas y dos rabos como trofeos, Sánchez promete —junto a sus colegas— una noche inolvidable. La pregunta que flota en el aire es: ¿inolvidable para quién? Para la afición regia, sin duda. Para los astados de Los Encinos, probablemente no.